“Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba.” Hebreos 11:8
¡Todo con Abraham y en Abraham comenzó cuando él sacó su pie de apoyo, su tierra!
La tierra de Abraham era su herencia, su sustento, su seguridad y su estabilidad. Pero nada de lo que él poseía podría ser comparado a la herencia que viene de Dios.
La fe despertada en Abraham lo hizo entender esto y, por esa razón, pasó por la puerta de Harán, que representa al Altar de Dios. Solo después de salir por esa puerta, pudo convertirse en heredero de Dios. Abraham sacrificó la herencia de su padre por la herencia de Dios, él salió de su realidad hacia la realidad de Dios.
Hoy no es diferente, el Señor Dios lo llama, esperando que Le obedezca, saliendo de su mundo, sacando su pie de apoyo y colocándolo en el Altar. Entonces sí, Él revelará Su herencia que, hasta entonces, ha estado oculta a sus ojos, Su grandeza.