El obispo Macedo explica que las mismas estrellas que vio Abraham en el pasado, pueden verse hoy, y que éstas representan la señal de que Dios va a cumplir Sus promesas en la vida de los que creen
El obispo Macedo entró en vivo, en la programación deIURD TV, con un mensaje especial para los internautas y oyentes de Red Aleluya. El enseñó cómo vivir en la dependencia de Dios en medio a los problemas del día a día y habló de la fe de Abraham como ejemplo a seguir.
“Muchos están atravesando problemas económicos, de salud, familiares por un amor no correspondido. Se suman todas esas dificultades notamos que las personas terminan perdidas, llegando al punto de preguntarse a sí mismas qué vinieron a hacer en este mundo. Muchos comienzan a culpar a Dios creyendo que Él es el responsable de todos los trastornos. La realidad es que Dios ya proveyó respuestas para todas las circunstancias que asolan al ser humano”, explicó el obispo.
En el transcurso del programa, el obispo Macedo se refirió a Abraham para instruir a los oyentes e internautas a superar los problemas y vivir en paz. “Pensando en Abraham, puedo darme cuenta que no fue un hombre de milagros. ¿Qué milagro hizo? ¡Ninguno! Pero él se volvió el padre de los que hicieron grandes milagros por la fe. Eso sucedió porque él tenía una fe más allá de la fe que las personas que tenían la fe conquistadora. Pues existen quienes conquistan el oro y el moro por la fe, pero, lamentablemente también están aquellos que aun habiendo conquistado, no se mantuvieron. Usaron la fe en un determinado momento para lograr algo, pero no tuvieron fe para mantenerse. Abraham tuvo una fe constante. Una fe perseverante. Eso es una fe de calidad, que demostraba más que un momento de seguridad, era una dependencia de Dios continua.”
Y añadió: “La fe está dentro suyo. Una vez que la manifiesta usted va a poder resolver sus problemas. Pero tiene que saber que, resolverá un problema hoy, y mañana tendrá otro problema para resolver; siempre habrá problemas. La fe de Abraham se caracteriza por ser una fe que muestra más que una solución; está por encima de los problemas que tenemos diariamente. La fe de Abraham era una fe constante, permanente porque él dependía de Dios. Esa es la fe que debemos tener para que no seamos recargados por los problemas.
Cuando se vive en la dependencia de Dios, se vive en paz. Aunque usted no vea las señales manténgase en Su dependencia. ¿Cuál fue la señal que Abraham tuvo para que su fe sea constante? El simplemente miró hacia las estrellas. Dios le dijo que mirara las estrellas y le dijo que así sería su descendencia.
El obispo resaltó que la misma señal que recibió Abraham está disponible para todo ser humano en los días de hoy. “Las estrellas están para que podamos verlas también hoy. Ellas fueron la señal de que Dios iba a cumplir Sus promesas en su vida. Solo tiene que mirar al cielo y verá las estrellas. Esta es la señal que Dios da a todos los que creen. Es una señal para ricos y pobres, para católicos, evangélicos, espiritistas y para todo ser humano. Es la señal que Él hará lo que prometió que haría. Esta fue la fe de Abraham. Él no vio nada; solo estrellas. Es lo que nosotros podemos ver hoy”, destacó.
“Lo que Dios hizo con Abraham, quiere hacerlo con usted, quiere cambiar su vida. Pero usted tiene que estar en Su dependencia. Esta es una condición gloriosa, magnifica, porque usted entra en un estado de confianza tan grande que no se queda ansioso parar resolver un determinado problema. Cuando se tiene este tipo de fe, o sea, la fe dependiente de Dios, vive el día a día siendo más feliz, pero es una cuestión de creencia, de fe. Las estrellas están allí para mostrarle a la humanidad que Dios es el mismo”, concluye el obispo.