Las cataratas del Iguazú fueron consagradas ayer como una de las nuevas siete maravillas naturales del mundo, tras el escrutinio de unos mil millones de votos por internet, lo que generó festejos en las calles de Puerto Iguazú y en su vecina brasileña Foz do Iguazú, que se trasladaron al puente fronterizo.
El certamen, organizado por New 7 Wonders (N7W), con sede en Suiza, comenzó en 2007 y tuvo 440 lugares como candidatos, pertenecientes a 220 países, de los que quedaron 28 finalistas.
La lista se completa con la bahía de Halong, en Vietnam; Komodo, en Indonesia; la isla de Jeju, en Corea del Sur; la montaña Mesa, en Sudáfrica, y el río subterráneo de Puerto Princesa, en Filipinas, según los resultados de la votación, todavía preliminares, difundidos por la web new7wonders.com.
La votación concluyó ayer a las “11:11 del 11 del 11”, hora de Greenwich (08.11 de Argentina).
El concurso es una iniciativa del empresario suizo Bernard Weber, fundador de la empresa New Open World Corporation, quien dio las gracias por el apoyo que ha tenido y dijo que quienes han participado han demostrado que “se preocupan por algo que es muy importante para todos nosotros: nuestra casa, la Madre Tierra”.
De las 28 finalistas, siete candidaturas procedían de América, cinco de Europa, dos de África, tres de Oceanía y once de Asia.
Las cataratas del Iguazú, formadas por 275 saltos de hasta 80 metros de altura, alimentados por el caudal del río homónimo, están en un enclave fronterizo entre Argentina y Brasil, muy cerca también de Paraguay.