Un grave terremoto en Christchurch, la segunda ciudad en importancia de Nueva Zelanda, causó hoy la muerte de al menos 65 personas, según dijo el primer ministro John Key en la televisión. El sismo de magnitud 6,3 causó el derrumbe de numerosas casas y aún muchas personas permanecen atrapadas en los escombros, según despacho de la agencia DPA.
Para los geólogos, el epicentro del sismo, que ocurrió a las 12:51 (20.51 del lunes en la Argentina), se ubicó diez kilómetros al sur de la mencionada ciudad y a cinco kilómetros de profundidad.
Según los primeros informes, varios edificios se derrumbaron, entre otros la torre de la histórica catedral, y se rompieron numerosas cañerías, lo que provocó la inundación de varias calles.
Miles de personas huyeron desde el centro de la ciudad y en la televisión se habló de caos en las calles.
Los equipos de rescate, que actúan para rescatar a gente atrapada bajo los escombros, hablan de centenares de heridos y las autoridades decretaron el estado de excepción.
Los trabajos de emergencia se vieron dificultados por numerosas réplicas. Una y otra vez los rescatistas debieron retirarse por peligro de derrumbe.
El sismo ocurrió cuando el centro de la ciudad estaba repleto de gente y las conexiones de luz y teléfono fueron interrumpidas parcialmente.
El aeropuerto y la universidad de Christchurch fueron evacuados y según testigos el sismo duró más de un minuto.
La ciudad sufrió un terremoto de magnitud 7,1 en septiembre y desde entonces la reconstrucción se ha visto dificultada por numerosas réplicas, según Telam.