Lucía había pasado por situaciones que la llevaron a odiar a todos los hombres, decía que nunca se iba a casar, Alejandro sentía que no iba a poder hacer feliz a nadie, desde chico había sufrido las discusiones de sus padres y aunque había intentado formar una familia, siempre terminaba decepcionado.
Pero todo quedó atrás, entregaron sus vidas a Dios, se casaron y ahora esperan felices la llegada de su primer hijo.
Participe de la Terapia del Amor este sábado a las 19 en Av. Corrientes 4070, Almagro.