Patricia había tenido muchas parejas, había intentado ser feliz pero sólo había conseguido dolor y desengaños. Antonio por su parte, venía de una relación larga y a pesar de eso, nunca se había enamorado.
Cuando se conocieron soñaron con formar una familia, poder ser felices juntos. Pero no fue así, Patricia tenía celos enfermizos, y eso los llevaba a constantes discusiones que muchas veces terminaban en golpes. La situación se hacía cada vez más crítica no podían convivir, llegaron al borde de la separación.
Pero ellos aprendieron a usar su fe para ser felices, hoy todo cambió, el pasado quedó atrás.
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