1 – Tenga cuidado con los que dicen ser de Dios y no lo son. No dé oídos a quien dice que Dios está en todos lados, porque aparecerán personas que harán cosas maravillosas y, de ser posible, engañarán incluso a los escogidos (Mateo 24:23-24).
2 – Mantenga su fe firme en Él, porque la venida de Su Hijo, sucederá como un relámpago. (Mateo 24:26-33).
3 – Esté siempre atento y vigile, porque Su venida será como en la época del diluvio, en la que todos hacían su vida normalmente (se casaban, festejaban, concebían, celebraban, comían, bebían), y nadie se imaginaba la gran tragedia que estaba por venir (Mateo 24:34-39).
4 – Usted debe atender su razón, manteniendo su espíritu bien despierto, porque Su venida sucederá en un momento de distracción, en el que nadie se lo imagina (Mateo 24:40-44).
5 – Feliz será la persona que sea encontrada sirviendo con fidelidad, seriedad y cuidado cuando Él venga. Esta persona será considerada extremadamente valiosa (Mateo 24:45-47).
6 – No se comporte como un siervo descuidado, desatento y que actúa precipitadamente, sin pensar en las consecuencias, creyendo que puede hacer lo que quiera porque Su venida puede tardar. No piense así, ni actúe como un loco, alucinado, apasionado y borracho, porque Él llegará a este siervo en el momento que no espera ni supone. Este siervo será separado y puesto junto a los hipócritas en un lugar de tormento eterno (Mateo 24:48-51).
7 – Préstele atención a la naturaleza. Observe el furor del mar y de las olas, la perplejidad de los países ante los desastres naturales. Cuando esas cosas comiencen a suceder, es señal de que Su Reino se aproxima (Lucas 21:25-31).
8 – Cuide su vida espiritual y no deje que su corazón esté oprimido a causa del pecado, de las preocupaciones y ansiedades con las cosas de este mundo, para que usted no sea sorprendido con Su venida (Lucas 21:34).
9 – No se engañe y mantenga su fe, porque el momento de Su venida llegará para todas las personas del mundo (Lucas 21:35).
10 – Vigile todo el tiempo y a diario; además, ore siempre, para quedar exento de sufrir las aflicciones de Su venida y para que sea encontrado firme cuando Él venga (Lucas 21:36).
Basado en los capítulos 24 del libro de Mateo y 21 del libro de Lucas.
[related_posts limit=”7″]