Los hombres son los más afectados por la hiperhidrosis, que puede ser tratada con cirugía
La transpiración excesiva siempre es desagradable y, en el verano, el problema gana mayores proporciones, generando incomodidad y perjudicando el día a día. Algunas personas acostumbran a tener las manos mojadas, lo que les dificulta agarrar objetos y hasta para saludar les causa vergüenza. El exceso de sudoración es llamado hiperhidrosis, y puede ser resuelto, pero, en algunos casos, solamente con cirugía.
Los hombres son los que más sufren con este problema, de acuerdo con la cirujana plástica Cristina Pires Camargo, miembro de la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica. Ella explica que la búsqueda del tratamiento de la hiperhidrosis por personas del sexo masculino viene aumentando cada año, principalmente después que ellos comienzan a preocuparse más con su apariencia, lo que no sucedía en el pasado. Según la médica, la hiperhidrosis puede suceder en varias partes del cuerpo, en las manos, los pies, axilas cabeza y rostro.
Causas
Las causas de la transpiración excesiva son variadas y puede ser genética o psicológica, incluyendo la alteración emocional. Para la cirujana, el estrés es uno de los grandes responsables por el problema, y el impacto psicológico y social provocado por quien sufre de hiperhidrosis es enorme. Sudar en exceso causa inseguridad, motivada por la timidez a que la persona se presente en público con mal olor por la misma transpiración y a tener la ropa marcada, esto termina generando más fragilidad, vergüenza y estrés, provocando que la persona transpire aún más.
La especialista agrega, sin embargo, el hecho de sudar es beneficioso y necesario. Cuando la temperatura interna del organismo sube, un comando del cerebro es activado, causando una evaporación del agua que se forma en la piel. La sudoración alivia la sensación de calor, ajusta la temperatura del cuerpo y elimina algunas sustancias. Su control es involuntario y determinado por el sistema nervioso autónomo, que también es responsable por los latidos del corazón, por el ritmo respiratorio y por otras funciones que no controlamos.
Tratamiento
El tratamiento es hecho a través de medicamentos o con el uso de la toxina botulínica. Después de la aplicación de la sustancia, se espera la reducción de la sudoración en los próximos tres días y la disminución o eliminación del sudor en el área de la aplicación después de 20 días. El efecto del producto puede durar de 6 a 8 meses y, en algunos pacientes, hasta 12 meses.
Si la aplicación de la toxina no funciona, la cirugía, llamada simpatectomía, es indicada para cauterizar el punto del sistema nervioso que provoca la sudoración. La intervención es definitiva y el paciente, después de algunos meses, puede hasta quejarse por sequedad excesiva en el área operada o también por aparición de hiperhidrosis en otras áreas, principalmente el área bloqueada fuera grande. Este efecto es la forma de defensa del cuerpo, que tiene como objetivo dar continuidad al sistema de autoregulación, es decir, la regulación de la temperatura corporal.
Agencia Unipress Internacional