Si usted quiere aprender más sobre la Palabra de Dios, participe todos los domingos, del Estudio del Apocalipsis a las 18 hs en Av. Corrientes 4070 Almagro
“Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.”, (Apocalipsis 1:8).
La expresión “principio y fin”, que no aparece en el griego original, pero cuyo contenido coincide con el sentido, fue sumada a este versículo por algunos traductores, por considerar que las personas con menos estudios podrían no comprender el significado de “el Alfa y la Omega”.
La expresión aparece nuevamente en los capítulos 21 y 22: “Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.”, (Apocalipsis 21:6). “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.”, (Apocalipsis 22:13).
Esta revelación de que el señor Jesucristo es el alfa y la Omega, el Principio y el Fin, es la forma más simple para definir a Alguien que excede cualquier comprensión. Él encierra la perfección indescriptible, indefinible, más profunda que el infinito.
Conocer personalmente al Señor Jesucristo es la mayor gloria del ser humano. Muchas son las personas que Lo conocen a través de la información de los demás, y, cuando vienen las tribulaciones no saben cómo salir de ellas, pues los conocimientos adquiridos sobre Él no son suficientes para salvarlas.
Su conocimiento viene a través de la revelación de Su propio Espíritu, y esto es suficiente para que la persona reúna fuerzas y enfrente cualquier situación adversa. Y es justamente eso que el apóstol Juan busca transmitirnos.
Si usted quiere aprender más sobre la Palabra de Dios, participe todos los domingos, del Estudio del Apocalipsis a las 18 hs en Av. Corrientes 4070 Almagro.