“Ya fui miembro de una denominación evangélica y terminé apartandome por chismes. Después de mi salida, hice varias cosas que desagradaron a Dios. Cuando me acuerdo de la época en la servía a Dios, siento soledad, pero no consigo volver porque creo que no hay más arreglo para mi vida. ¿Qué hago?”
Respuesta
Quien genera esos pensamientos en las personas es el diablo, porque él sabe que es el único que no podrá conseguir más el perdón de Dios. Por ese motivo él hace que los apartados
piensen que no ya no hay manera y que Dios no va a extenderles las manos, pero eso todo eso es mentira.
Dios tiene el poder de restaurar su vida, de transformarlo por completo. Pero para que eso suceda, debe dejar de lado los sentimientos, pensamientos contrarios a la fe y tomar la actitud de volver.
No se preocupe con lo que los demás van a pensar o decir de usted, preocúpese en garantizar su eternidad con Dios.
No pierda más tiempo, amigo, vuelva cuanto antes, pues mañana puede ser tarde. Sepa que una vez que se entregue al Señor Jesús, de cuerpo, alma y espíritu, nada ni nadie podrá acusarlo. Su conciencia será lavada y todos sus pecados perdonados.