Descrito en Génesis, este fenómeno resulta de la separación de los colores que forma la luz solar cuando ella atraviesa las gotas de agua en la atmósfera
“Mi arco he puesto en las nubes, el cual será por señal del pacto entre mí y la tierra. Y sucederá que cuando haga venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi arco en las nubes.
Y me acordaré del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y todo ser viviente de toda carne; y no habrá más diluvio de aguas para destruir toda carne.
Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra.
Dijo, pues, Dios a Noé: Esta es la señal del pacto que he establecido entre mí y toda carne que está sobre la tierra”
Génesis 9:13-17
Después de la lluvia, siempre hay gotas de agua suspendidas en la atmósfera. Cuando son atravezadas por la luz solar, sucede el fenómeno conocido como arcoiris, descrito en Génesis como una señal de Dios para con Noé y su descendencia de que no habrían más diluvios, al mismo tiempo un símbolo de la alianza del Señor con sus hijos.
El arcoiris en realidad no está en el lugar que aparenta. Sabemos que el blanco, en verdad, eatá formado por varios colores. Al pasar por una gota-o cualquier objeto transparente sólido, macizo- lo blanco se refracta en multicolor. Dentro de la gota, el fragmento es refractado sobre la superficie interna y se refracta nuevamente, separando los colores, ahora visibles al ojo humano. Como la dispersión sucede, durante o después de la lluvia, todas las gotas que reciben el fragmento de luz solar, es como si una gran lente líquida se formase en la atmósfera, causando el arcoiris que vemos.
La forma de arco se da de acuerdo a la posición en que lo vemos. Con el sol ni muy alto, ni muy bajo, incidiendo entre las innumerables gotas uniformemente esparcidas en el aire, las que refractan la luz directamente a los ojos del observador, están dispuestas en círculo (en verdad, este círculo es una sección recta de una superficie paraólica, con foco en el observador). Cuando se cambia la posición también cambia el formato. Desde una aeronave, al mirar hacia abajo, podremos ver un aro completo, una argolla cerrada.
Los colores
El arco multicolor presenta siete colores- de fuera para adentro: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta.
Dependiendo de la posición o de la dispersión de las gotas en el aire, podemos tener la impresión que son sólo seis o cinco, como percibió al principio, el físico Issaac Newton.
Hablando de Newton, él fue el primer científico en mostrar que la luz blanca estaba compuesta por las luces de colores exhibidas por el arcoiris. Con un prisma de vidrio, él descompuso la luz blanca en un gama de colores y, con otro macizo y transparente, recompuso la luz blanca.
A veces, un segundo arcoiris- generalmente más delgado- puede ser visto de lado de afuera del arco principal. Eso sucede por la doble refracción de la luz solar en las gotas de lluvia.Vale resaltar que los colores del arco externo son invertidos en relación al interno. Aún más raros, pueden aparecer arcos triples y hasta cuádruples, siendo el externo, el más vibrante.
El viejo arco
El arco iris siempre causó fascinación por su belleza, por eso, se le hizo objeto de leyendas de diferentes culturas. Recibió diferentes nombres, entre ellas. “El nombre “arcoiris”, viene de un personaje de la mitología griega, Iris, que en la función de mensajera recorría los cielos dejando un colorido rastro. “Arco celeste”, o “Arco del cielo”, van al encuentro de cómo Dios se refirió al fenómeno en Génesis, de donde también viene la designación “arca de la alianza” para algunos pueblos. La lengua francesa lo tomó de ahí para su término “l`arc en ciel” (literalmente “el arco en el cielo”). “Arco de la lluvia” también es usado- como en Inglés rainbow, junta las palabras rain (lluvia) y bow (arco).
Cuando alguien en Brasil quiere referirse a algo increible, espantoso, muchas veces dice “é do arco da velha”, (el arco de la vieja o el arco de la ley antigua), éste es uno de los nombres del arcoiris. La expresión tiene un origen bíblico. Por ser la señal de la Alianza con Dios, el fenómeno se volvio conocido como el “arco de la ley vieja” (Antiguo testamento), el que hoy conocemos como el arcoiris.