Un evento reúne a más de 14 mil personas en Portugal
Alrededor de las 13 hs. del último viernes 6 de abril, la gente llegaba de diversas regiones de Portugal para conseguir los mejores lugares en el Pavilhão Atlântico, en Lisboa. Poco a poco los pequeños grupos fueron formando la multitud que llenaba las tribunas y la platea.
A las 15 hs. el obispo Julio Freitas, responsable por el trabajo evangélico en el país, comenzaba la tan esperada Concentración de Fe entrevistando a aquellos que subían al altar para contar sus historias de cambio de vida, los cuales se iniciaron en su propio espíritu.
¿En qué manos está su espíritu?
Para muchos, la fecha celebrada como Viernes de la Pasión es apenas un cuento que se repite todos los años. Jesús murió de forma dolorosa en una cruz dando así el origen al inicio de la historia del Cristianismo.
Pero lo que para muchos es apenas un feriado, para otros es la base de su existencia, y fue para eso que el evento “Su Espíritu, Su Vida” fue realizado: para mostrar a la multitud la importancia de entregar sus vidas en las manos de Dios.
“¿En qué manos está su espíritu?”, preguntó el obispo Julio a más de 14 mil personas presentes en el evento que, con mucha atención, lo escuchaban hablar al respecto de la tarde en que Jesús rindió Su Espíritu a favor de la Humanidad. “Él Lo entregó a Dios, pero muchas personas han dejado su propio espíritu literalmente en manos ajenas”, dijo el obispo.
Cristo escuchó de la boca de quien miraba Su crucifixión palabras como: “A otros salvó, a Sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en Él. Confió en Dios; líbrele ahora si Le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.” (Mateo 27:42-43) Y muchas personas terminan siendo humilladas, escuchando palabras semejantes, pero cargadas de un fondo de verdad, porque sus vidas realmente no han sido ejemplo de un espíritu fuerte, sufriendo así las consecuencias de ese hecho.
“Cuando Jesús entregó Su Espíritu, varios fenómenos físicos y naturales se verificaron: el velo del santuario se rasgó, la tierra tembló, las piedras se quebraron, los sepulcros se abrieron. Y lo mismo tiene que suceder en su vida. A partir del momento en que usted recibe un espíritu nuevo, declinando, rechazando el viejo, la piedra de la envidia, de la enfermedad, de la desarmonía en el hogar, de la desobediencia de los hijos, de los vicios, todas esas piedras tienen que quebrarse”, dijo el obispo de forma firme y convencido de que todos comprendían la importancia de aquel momento.
“Cuando, de hecho, el milagro del cambio de espíritu sucede y es fundamentado en una nueva filosofía de vida, todos los que nos rodean observan esa maravilla. Y fue lo que sucedió cuando Jesús murió “El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente Éste era Hijo de Dios.” Mateos 27:54
“O sea, todos lo que ven nuestra ‘vergüenza’, van a testificar nuestra transformación, el cambio de nuestra vida, tal como los romanos y el pueblo judío que vieron todo lo que sucedió, concluyeron que Cristo era, de hecho, el Hijo de Dios, pues las evidencias no podían mentir”, reveló el obispo.
Así es la fe, hechos aparentemente increíbles, pero que no pueden ser contrariados, pues pasaron a existir en la vida humana, son visibles.
Todos los presentes entendieron el mensaje y en seguida realizaron oraciones pidiendo a Dios el cambio de espíritu.