Mirtha estaba deprimida, entonces pensó en terminar con su sufrimiento; estaba separada de José, el hombre que amaba, su vida no tenía sentido. Los celos la consumían, se sentía incapaz de confiar en su marido. Entonces tomó una de las armas de la colección que él tenía, y pensó en la solución para dejar de sufrir. Quería acabar con su vida.
Este fue uno de los momentos más tristes en la vidas de Mirtha y José, hasta que el Espíritu del Amor entró a sus vidas y cambió todo.
Sus problemas sentimentales pueden terminar, participe este sábado a las 19 de la “Terapia del Amor”, en Av. Corrientes 4070, Almagro.