“Sé que debemos estar siempre bien arregladas, pues, nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, pero siempre que intento quedar más bonita por fuera, me equivoco en el color, en el zapato, entre otras cosas. Una vez combiné tan mal que las personas se reían, y solo me enteré porque mi papá las vio. Me puse muy triste, pues solo tengo 15 años y no sé arreglarme perfectamente. Mi mamá no es de usar maquillaje y nunca aprendí como conducirme con la moda. Por favor, oriénteme.”
Respuesta:
Amiga, no necesita preocuparse por el maquillaje, incluso porque a su edad, solo basta con ponerse un brillo y quedará óptimo. Ahora, usted tiene que liberarse de esa amargura. Las personas van a reírse siempre, aunque esté combinando. Tiene que ser fuerte, no todos tienen los mismos gustos. Lo que realmente importa es que a sus ojos se sienta bien, y que ofrezca a Dios lo mejor de usted.
Ser elegante no es gastar ríos de dinero. La mujer de Dios es elegante sin exponerse. La moda siempre indica ropa vulgar, entonces, usted tiene que tener cuidado al seguirla, eso hace que la mujer pierda su valor. Vístase de manera juvenil, intentando no usar ropa que llame la atención. Cuanto más cerca de Dios esté, menos va a preocuparse por lo que las personas dicen.