La reinserción de presidarios en la sociedad siempre fue una preocupación de la Iglesia Universal del Reino de Dios. Por eso diariamente obreros, pastores y evangelistas realizan trabajos voluntarios en centenas de instituciones penitenciarias en todo el país.
Recientemente, en una reunión en el Cenáculo del Espíritu Santo de Santo Amaro, el obispo Macedo habló sobre la importancia de la evangelización de las personas que están encarceladas, invocando a Dios en favor de ellas. Él explicó que en la IURD los detenidos no son vistos como delincuentes, sino como almas.
El obispo citó el pasaje bíblico de la mujer adúltera, que se vió en medio de una multitud que la acusaba por el pecado que había cometido. En vez de condenarla, el Señor Jesús le extendió la mano, orientandola para que no pecase más (Juan 8: 3-5).
“Todos miran a los presidarios como condenados, malhechores. Nosotros los miramos como seres humanos. Ellos están ahí debido a la opresión e influencia de los espíritus malignos, pero nosotros creemos que, si ellos fueren libres, harán bien a ellos mismos y a toda la sociedad”, destacó el obispo.
Donación de Biblias y productos higiénicos
El día 4 de mayo, fueron distribuidas 600 Biblias, además de 400 kits de productos higiénicos para los presidarios de Cadeião de Pinheiros (CPD), en la zona oeste de la capital paulista.
El material fue donado por los miembros de la IURD del Cenáculo del Espíritu Santo de Santo Amaro, que atendieron al pedido hecho por el obispo Macedo.
El obispo Afonso da Silva, responsable del trabajo evangelístico en los presidios de todo Brasil, dirigió la entrega de todo el material a la unidad carcelaria que aloja unos 1300 detenidos.
related_posts limit=”15″]