Si usted quiere ser honrado por Dios, participe en la IURD el 3 de junio
“El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy Yo Padre, ¿dónde está Mi honra?”, (Malaquías 1:6).
En la pregunta de arriba, hecha por el propio Dios, es posible entender que Él clama por Su honra, y dirige Su palabra a quienes han despreciado Su nombre, miembros de la iglesia, obreros, auxiliares, obispos, pastores, todos los que se dicen sacerdotes.
Citando el mismo versículo, el obispo Edir Macedo, durante un mensaje transmitido por la IURD TV, el miércoles 23, explicó que tales siervos forman parte del cuerpo de Cristo y pueden clasificarse de la siguiente forma: “Existen dos tipos de personas, los que sirven a Dios y los que no Lo sirven; los que lo honran y los que no honran a Dios; los que respetan y los que no respetan al Señor; los que son hijos de Dios y los que no lo son; los fieles y los infieles. Frente a eso, ¿cuál es su posición en esta clasificación? ¿Cómo se puede decir que se es hijo de Dios y no honrarlo? Es el propio Dios Quien pregunta: “si soy Señor, ¿dónde está Mi honra y Mi temor?”, destaca.
Para que la honra de Dios sea vista por medio de quienes Lo sirven de todo corazón, el próximo domingo 3 de junio, en todas las Iglesias Universal del Reino de Dios del mundo entero, tendrá lugar el “Día de la Decisión”. Fecha que quedará marcada en la vida de quienes creen en las promesas divinas y quieren verlas cumpliéndose.
“Si usted es ese tipo de personas que dicen: “yo creo de todo mi corazón”, será la primera persona en llegar a la iglesia el domingo 3, el gran día del desafío, de la decisión, el día de lo mejor, o sea, el día de Dios. Usted tiene bastante tiempo para aceptar o rechazar la invitación de Dios, esta propuesta, esta decisión que Él nos invita a hacer. Él dijo: “probadme en esto”, explica el obispo.
El día especial no será marcado sólo por las ceremonias consagración de los diezmistas y de los niños, como de costumbre sucede todos los meses, sino que el día quedará marcado como el día de la transformación completa, de manera que después del día 3, las personas podrán ver los cambios positivos tan deseados.
Ayuno de palabras
Para demostrarle a Dios el intenso deseo de un cambio, el obispo Macedo invita a todos los que van a lanzarse en este desafío a realizar un ayuno de palabras, a partir de la hora cero del día 3. “Haga un ayuno de preparación, después de la medianoche del sábado 2, pues cuando el domingo usted suba al altar, el pastor va a comenzar a clamar, usted va a gritar a todo pulmón, buscando en Dios lo que Él prometió. Ya puedo ver a las personas tomando posesión de lo que hace años vienen buscando. Este día haga lo posible y lo imposible para no hablar nada hasta el momento en que el pastor empiece a clamar. Haga un esfuerzo porque va a valer la pena”, afirma.
Primicias de Dios
“Usted que ha esperado en Dios hace tanto tiempo, tal vez tenga hasta arrugas de tanto esperar, sin ver la tierra prometida, sepa que nosotros vamos a aceptar el desafío que Dios nos propone, el día 3 será el gran día. Ya tuvimos en otra oportunidad el Día D, en lugares públicos, pero esta vez será dentro de la IURD. Coloque toda su fuerza, pues vamos a lanzarnos al todo o nada”, invita el obispo.
En el pasado, cuando el pueblo de Israel estaba esclavizado y buscó a Dios, él oyó el clamor y descendió para librar a sus primicias, es decir, a aquellos que hacían parte de Su pueblo. Desde aquel día, Egipto no fue más el mismo. Dios defiende a los que son Suyos y, cuando ellos claman, Dios desciende y los libra.
“Esa es la química de la manifestación de Dios en nuestras vidas. Si usted tiene derechos, puede reclamarlos. Si somos las primicias, podemos reclamar”, enseña el obispo.
Participe usted también de este gran día, pues en la Biblia hay más de 8 mil promesas que deben cumplirse en su vida, basta una actitud de fe.