Si quieres dominar tu tiempo, necesitas aprender a enfocarte y adquirir hábitos que te lleven directamente al éxito
Si te sientes superado por la cantidad de cosas que debes hacer cada día, y no alcanzas a completar ni siquiera una décima parte de lo que esperabas, quizá estés sobrecargado de tareas y tratas de hacer más de lo que realmente puedes. Muchas veces, incluso te cargas con actividades inútiles, que solo desperdician tu tiempo y agotan innecesariamente tu energía. No saber autolimitarse lleva directamente a una vida caótica.
Hacer muchas cosas no necesariamente significa ser productivo. Productividad es hacer las cosas que te acercan a tu objetivo de vida, laboral y personal. Y seguramente, esas actividades sean mucho menos de las que estás intentando hacer ahora.
Administrar el tiempo no es acomodar más actividades en las 24 horas del día. Una vida más sensata y productiva se logra fijando límites, enfocándose solamente en las cosas esenciales. Para simplificar tu día y evitar el estrés y el agotamiento, aplica estos principios:
1. Define límites siguiendo tus metas principales: Escribe claramente cuáles son tus metas y responsabilidades que más peso tienen en tu proyecto de vida. Concéntrate en ellas, acota tus opciones y enfoca tu energía en completarlas. Descarta, delega o pospón todo lo que no sea prioritario. Define límites también para aquellas tareas que son necesarias, pero que podrían interrumpir el curso de un trabajo importante. Por ejemplo, lee tu correo electrónico una vez por día, a una hora determinada, y no cada vez que tu bandeja de entrada te avisa que recibiste un mensaje. Al principio te costará acostumbrarte, pero pronto se convertirá en uno de tus hábitos más saludables.
2. Aprende a seleccionar lo esencial: Analiza tus principios, objetivos, prioridades, las consecuencias de tus decisiones, y el grado de importancia de tus deseos. Concéntrate en aquellas tareas que se ajustan a tus creencias fundamentales y que te llevan en la dirección correcta, según tus metas a corto y largo plazo. Piensa también en tus principales preocupaciones, personales y profesionales. Evalúa los efectos de tus decisiones y tu comportamiento, analiza qué actividades están desperdiciando tu energía. Y analiza también si tus deseos son realmente esenciales, a veces solo tenemos antojos que podemos evitar.
3. Simplifica y elimina lo innecesario: Alcanzar un objetivo, requiere mucho compromiso, concentración y esfuerzo. No intentes alcanzar todas tus metas al mismo tiempo, pues te agotarás en vano y no alcanzarás ninguna de ellas. Escoge una de tus aspiraciones, la más importante y que puedas alcanzar en los próximos seis a doce meses. Divídela en pequeñas etapas y planifica un plan para ir cumpliendo paso a paso cada etapa hasta alcanzar el objetivo.
4. Usa una lista de tareas: En una libreta, anota todos tus proyectos a largo plazo. Selecciona los tres más importantes y enfócate en cumplirlos. El resto, déjalos en una lista de espera. Divide estos proyectos en tareas simples, y planifica su ejecución diaria. Anota en una libreta todas las cosas que tienes que hacer durante el día. Si algunas de ellas dependen de otras personas y no puedes avanzar, pasa a la siguiente de la lista, pero no te quedes estancado.
Decídete a cambiar hoy mismo. Pon en práctica los cuatro puntos mencionados y veras los resultados.