Evalúe cuál es el precio para conquistar lo mejor
La búsqueda insana de la perfección se ha vuelto constante, induciendo a las personas a creer que lo que importa es ser mejor en todo. “El modo en que fuimos criados, la influencia de los medios de comunicación, el contacto directo con personas de diferentes tipos de pensamiento e ideas, entre otros tantos factores, son instrumentos positivos o negativos para decir hasta dónde se debe llegar”, comenta la psicóloga Juliana Luiza Rodrigues.
Según la especialista, aún cuando el niño inicia la formación de su personalidad y de los principios de una persona, generalmente es inducida a cultivar un padrón de belleza física y éxito profesional, económico y en la vida sentimental como un recurso para el crecimiento, inclusive de dignidad. “De esta forma se da inicio a los problemas psicológicos importantes, dando como resultado trastornos alimenticios, de humor y hasta psicológicos”, alerta.
La Palabra de Dios dice: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas…”, (Eclesiastés 9:10).
Por eso sea audaz y haga lo que sea posible para conseguir lo que quiere, pero con cautela. “Establezca metas y mantenga siempre el buen humor y la autoestima elevada. No deje que las dificultades hagan que desista de su ideal. Entienda hasta dónde quiere llegar con sus objetivos. No sea arrogante ni egoísta. Haga lo mejor para ser perfecto, ni de más ni de menos”, comenta Juliana.
No siempre somos lo que deseamos o idealizamos. “Las personas deben moverse dentro de los límites que pueden, no hacer nada además de lo que es plausible y jamás se obsesione con el objetivo a alcanzar”, alerta la especialista. De acuerdo con Juliana, están los que se obsesionan por tener lo mejor y, muchas veces, terminan perdiendo hasta lo que tienen, sufriendo con el miedo de no levantarse. “La codicia y la ganancia tienen su lado peligroso y traicionero, pues ellas pueden transformarnos al punto de no darle más valor a lo que tenemos y, pasar por encima de creencias y valores en que creemos para conseguir algo. Hacer lo que puede, siendo usted mismo, y tener equilibrio es una cuestión de inteligencia.”
“Hasta hoy cargo las marcas de las inconsecuencias”
Ser el mejor y tener más de lo que puede y necesita puede complicar la convivencia en sociedad. “Yo siempre tuve el deseo de tener los más atractivos y caros bienes materiales. Mi trabajo era realmente muy bueno, pero no lo suficiente para mantener el padrón de vida que pretendía llevar y me fundí. Gasté todo mi dinero haciendo cambios constantes de auto. Por ese mismo impulso además de tener deudas muy grandes, alejé a mi novia de mí… En poco tiempo me vi sin nada. Las personas se alejaban por creer que era un enfermo, de tanta codicia”, recuerda el abogado Sérgio Cavalcanti, de 34 años.
Según Calvancanti, buscar ayuda para librarse de este mal fue una decisión que vino con el tiempo, pues tuvo que superar sus propios obstáculos y admitir todos sus errores. “Aprendí a decir no, a evitar las tentaciones y, a adaptarme a las condiciones financieras y tipo de vida que necesitaría llevar para estructurarme nuevamente. No fue fácil, y hasta hoy cargo las marcas de las inconsecuencias. De a poco estoy logrando recuperarme”, finaliza.
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