Las personas alegres tienen más salud, calidad de vida y encaran las dificultades con más fuerza
El buen humor expresa que el cuerpo está bien. Depende de factores físicos y culturales, variando de acuerdo con la personalidad y la formación de cada uno. Pero, aun siendo el resultado de una combinación de ingredientes, puede ser ayudado con una visión optimista del mundo. Intentar encarar los distintos problemas de la vida con optimismo y garra no siempre es fácil. Por eso, para los especialistas que estudian el humor, este estado psicológico es el gran triunfo para vivir bien y tener calidad de vida.
Según el psicólogo Rodrigo Passos, muchos estudios muestran que una postura alegre y positiva en relación a la vida y optimismo ayudan a enfrentar las adversidades de una mejor manera. “Las personas que acostumbran tener una visión optimista del mundo logran mantener con más facilidad el buen humor. Cuando se está de buen humor, normalmente se es optimista, y lo contrario también es verdadero”, afirma el especialista, agrega que el optimismo y el buen humor están íntimamente ligados.
Rodrigo resalta que casos de personas enfermas que creen en días mejores presentan un pronóstico mejor que los pesimistas. “Los individuos malhumorados tienden a no seguir adecuadamente el tratamiento de la enfermedad que padecen, hacen menos esfuerzo para mejorar, no cuidan de su salud y tienen vida social más reducida, lo que perjudica su calidad de vida”, dice.
El especialista agrega que las personas con buen humor resisten mejor a los impactos motivados por los problemas de la vida. “Experimentar variaciones de humor es simplemente humano. El buen humor está relacionado con la disposición para vivir en general. Una persona en este estado está más abierta para lo que venga a su encuentro en la vida, lo que predispone que surjan nuevas percepciones relacionados a lo cotidiano”, asegura.
Rodrigo Passos orienta que estar “de buenas con la vida” es fundamental para enfrentar las adversidades con las que nos enfrentamos a diario. “De esa forma, vivimos mejor, más felices y con más salud”, dice. Alerta que el humor es indispensable actualmente, por el hecho de que la expectativa de vida ha aumentado en los últimos 50 años. “Las chances de vivir más que nuestros antepasados son grandes, y envejecer sin calidad de vida no es el deseo de nadie. Por eso, lo ideal es entrar en la tercera edad con salud y bienestar. Ser una persona con buen humor ayuda bastante a mantenernos más saludables”, aconseja.
“Mi nombre es alegría”
Quien conoce al abogado Edward Pena, de 35 años, Peninha como es llamado tiene la idea de que es una persona alegre, extrovertida y siempre en conexión con la vida. Fanático aficionado al Sport Club de Recife, es la figura fácil en las gradas del Estadio Ilha do Retiro, en la zona oeste de la capital pernambuquence, siempre con fantasía original alegra a los fanáticos del rojo y negro. Aún en la infancia, soñaba con ser artista. “Todo es cuestión de oportunidad. Si un día fuere invitado para algún trabajo, voy a pensarlo con mucho cariño. No creo personajes, todo es improvisado. Lo importante es ver la alegría en el rostro de las personas”, agregó.
Su estilo bromista viene desde su niñez, cuando fue apodado Peninha. El buen humor siempre fue aliado de Edward, que tiene a su esposa Carla como su mayor incentivadora. “Él está siempre de buen humor. Hasta en las horas complicadas, él habla serio, pero logra arrancar una sonrisa de quien está cerca. Eso ayuda a cualquiera a superar un problema”, comenta Carla.
Una de las mayores emociones de Peninha es cuando ve la sonrisa de su hija Taíssa, de 6 años, durante sus “presentaciones”. “Esa sonrisa y alegría no tienen precio. ¿Hay algo más importante que la sonrisa espontánea de un niño? Me siento realizado cuando veo a mi hija o a otra criatura riendo de mis bromas. Hago eso con el mayor orgullo”, dice sonriente Peninha.