Ester fue criada por un primo llamado Mardoqueo, pues sus padres habían muerto y era muy pequeña. Después de un tiempo, el rey Asuero le pide a sus oficiales que busquen mujeres bonitas y vírgenes, para que una de ellas substituya a la reina Vasti, que había sido excluida por negarse a estar en la presencia del rey. (Ester 1:10-12).
Actualmente, podríamos nombrar a ese evento como “concurso de belleza”, con la diferencia de que la elegida sería realmente la reina. Fue exactamente lo que sucedió. Al rey Asuero le gustó lo que vio, y eligió a Ester. Así que ella pasó a usar la corona real. Pero había un problema: no le contó que era judía. (Ester 2:8-20).
Un día, Ester supo que Amán, un ministro del rey Asuero, quería matar a todos los judíos. Ante eso, se levantó y fue a hablar con el rey, aun sabiendo que hablar con él, sin su autorización, podría ser la causa de su muerte. (Ester 4:7-11).
Aun así, no tuvo miedo e hizo que el rey la llamara, estando en el patio, frente a sus aposentos. Al verla, pidió que viniese a su presencia. Entonces, Ester comenzó su sabio plan, llamando al rey y a Amán a un banquete.
Así hizo Ester dos veces, en la segunda, puso su coraje y sabiduría en práctica, delatando a Amán al contar lo que él hacía contra el pueblo judío (Ester 7:1-10).
Hay mucho más por detrás de la belleza
Primero, el rey Asuero vio en Ester su belleza, pero después pasó a confiar en ella. ¿Cómo sucedió eso?
Eso solo fue posible porque Ester logró ser una mujer sabia. Ella sabía que muchas personas estaban muriendo, pero no podía actuar sin pensar, para no cometer errores y para que su marido creyera en ella.
Antes de decirle a Asuero lo que estaba pasando, lo invitó a un banquete, o sea, primero lo agradó, lo sirvió. Con seguridad, Ester debe haber preparado el plato que a él más le gustaba, así como también otros diferentes y, claro, se vistió maravillosamente.
Lo que Ester hizo fue conquistar la confianza de su marido, agradándole con sus actitudes y después contándole la verdad.
Asuero es un ejemplo de que la confianza de un hombre debe ser conquistada por la mujer. Por eso, Ester es un ejemplo de una mujer sabia, que sabe muy bien el mejor momento y la mejor manera de actuar.
¿Y cómo trata usted a la persona que eligió para estar a su lado? ¿Conquista su confianza o tiene actitudes que lo hacen sentirse avergonzado de usted?
¿Cómo son sus actitudes? ¿De una verdadera reina, de un verdadero rey, con agrados y afectos, o repletas de tratos fríos, sin cuidado, amor ni cariño?
Si usted quiere tener un “rey Asuero” en su vida, ese hombre que hace lo que usted quiere, que la cubre de cariño y regalos, sepa tratar a su marido, novio, de la manera correcta, mostrándose como una mujer digna de su confianza, respeto y amor, siendo un testimonio de las obras de Dios en su vida.
Si quiere tener una “reina Ester”, oiga a su esposa, préstele atención a las cosas que hace para agradarlo, sea paciente al oírla. ¿Quién sabe si lo que ella dice no tiene un poco de sentido (o todo el sentido)?
[related-content]