Actividad física, reducción de calorías, y mucho líquido garantizan un buen resultado en la estación más fría del año
Durante el invierno, cuando la temperatura disminuye, el organismo trabaja más para mantener la temperatura corporal, y las calorías gastadas necesitan ser restituidas. Las personas consumen más alimentos, por eso, la disposición para practicar ejercicios es menor, lo que da como resultado unos kilitos de más. Sin embargo, es la estación propicia para la pérdida de peso.
“Si pensamos fisiológicamente es más fácil adelgazar ahora, pues, es este período naturalmente el organismo tiende a gastar más energía para mantener la temperatura corporal”, dice Fátima Corradini Domingues, supervisora de Gastronomía y Nutrición del Hospital y Maternidad San Cristobal, de San Pablo.
Ejercicio diario
Hacer ejercicio no debe ser una obligación. Por eso, busque la actividad más adecuada a su perfil y que encaje mejor en su rutina. No sirve hacerse el deportista el fin de semana y querer resultados con solo eso. La actividad debe ser un ejercicio diario.
“Lo ideal es siempre entrenar, independientemente de la estación, aún después de alcanzar su objetivo (pérdida de peso y ganancia de masa muscular), las personas deben continuar ejercitándose sin el buen estado físico como meta. Entrenar es como estudiar, si usted deja, se olvida, si usted continúa, mantiene”, comenta el personal trainer Gabriel Broggini Vargas.
Elongar evita lesiones
Lo importante es tener en cuenta los consejos básicos para cualquier principiante. En los días de mucho frío en invierno los cuidados antes de la actividad física deben ser redoblados. El estiramiento es muy importante para empezar y cerrar cualquier ejercicio, pero principalmente, cuando las temperaturas están más bajas, pues el riesgo de lesiones aumenta cuando el cuerpo está frío.
“A causa del frío la temperatura corporal es más baja, las extremidades del cuerpo demoran en entrar en calor y eso puede ocasionar lesiones. La entrada en calor se vuelve importantísima porque a partir de que comienza hay un aumento de la frecuencia cardíaca y un mayor flujo sanguíneo a los músculos que están siendo elongados”, afirma Vargas.
Saciedad e hidratación
Mantener una dieta balanceada ayuda a mantener equilibrado el gasto de energía que el frío le ocasiona al organismo. La hidratación también continúa siendo primordial en esta estación, por eso tome muchas infusiones, jugos y siempre tenga una botellita de agua a mano.
El chocolate aumenta la producción de serotonina, neurotransmisor responsable de elevar el humor y producir sensación de bienestar. Aun así es importante dosificar la cantidad debido a su valor calórico. La nutricionista Fátima sugiere, como sustituto, una fruta como el caqui, con un sabor dulce acentuado.
Es importante observar que las ganas de comer cosas dulces pueden estar asociada a un bajo nivel de serotonina y, en este caso, algunos alimentos fuentes de triptófanos, un aminoácido esencial que combate los efectos de la falta del neurotransmisor del humor, puede ayudar. Carnes magras, pescado, leche y derivados descremados, queso blanco, nueces y legumbres son buenas fuentes de triptófanos.
Sopas, cremas y fondue
En el caso de sopas y caldos, opte por verduras y legumbres, como repollo, brócoli, espinaca, lechuga, zanahoria y chauchas. Elija solamente una fuente de carbohidratos como papa o mandioca.
En cremas, sustituya la leche común por descremada, agregue muzzarella, queso blanco o tofú. Para el fondue, el aceite puede ser sustituido por agua. Use queso rallado y queso crema, crema de leche light y una proporción de chocolate semi amargo mayor en relación al chocolate con leche.
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