¿Hasta cuando el mal tendrá éxito en sus proyectos?
La historia de Semíramis revela hasta qué punto una mujer es capaz de servir como instrumento del diablo y prestar su vientre para concebir la destrucción y la muerte eterna.
Ella fue la madre de Nimrod, y más tarde, su propia amante. Nimrod, a su vez, fue el más eminente líder en el período que va desde el diluvio a Abraham. Él era hijo de Cus y nieto de Noé. Su fama de vigoroso cazador le condujo a ser el protector del pueblo, en un tiempo en que los animales salvajes eran una amenaza constante de muerte. Construyó tres ciudades: Erec, Acad y Calne, consolidándolas en un reino bajo su gobierno.
Satanás desarrolló un sistema religioso oculto que controlaría todo el mundo. Un sistema en que las personas podrían matar y hasta morir por él. Para introducir este sistema en el mundo, usó el corazón de una única persona: Semíramis.
Babilonia fue la primera ciudad construida después del diluvio, por Nimrod, y su madre-amante fue la reina. Era el centro del proyecto satánico.
Nimrod, además de cazador, era brujo, y bajo su dirección se desarrolló la astrología. Él asentó las bases para las magias negra y blanca, ya que estaba poseído por una legión de demonios. A causa de sus prácticas ignominiosas, el hermano de su abuelo, Sem, quiso matarlo, intentando acabar con sus brujerías.
Su madre-amante que reinaba en Babilonia se auto proclamó diosa y se instituyó a sí misma como símbolo de la luna. Además de eso, exigía el sacrificio de niños en su adoración. Determinó que a su hijo-amante, después de la muerte, le fuese dado culto como a un dios. Se llamó Baal, el dios sol. Embarazada, aunque decía que era virgen, dio a luz un hijo al cual llamó Tamuz, y ahí, pasó a proclamar por todo el reino que su hijo-amante se había reencarnado en Tamuz.
En realidad, el espíritu de Baal concibió aquella criatura. A partir de entonces, fue considerada como virgen-madre, apareciendo en todos los lugares en forma de imágenes cargando al pequeño dios-sol en sus brazos.
Ella decía que el pequeño Tamuz, dios-sol, era su salvador. Mire, toda esta trama fue dirigida por satanás, el cual sabiendo de alguna forma que un día el Espíritu de Dios envolvería a una virgen auténtica, y que ella concebiría al verdadero Salvador de la humanidad, hizo previamente una copia de los hechos para fundar una religión con la cual billones de personas serían engañadas y llevadas al infierno.
A partir de ahí, las historias de Nimrod, Semíramis y Tamuz pasaron a circular por todo el mundo. Sus fábulas se hicieron populares en la mitología. Fueron concebidos muchos dioses y diosas originarios de aquellos personajes. Semíramis pasó a ser conocida como reina de los cielos.
Para engañar a los que desconocen la Sagrada Biblia, el diablo está utilizando sus poderes para reproducir imágenes de Semíramis en muchos países con forma y nombres diferentes. Tienen su propia Semíramis con el pequeño Tamuz en los brazos, y todas ellas tienen la misma apariencia con la cual la iglesia romana presenta su “virgen”, es decir: algo que hace que los católicos piensen en la virgen María con el pequeño Jesús en los brazos.
En Brasil, ella es Nuestra Señora Aparecida, ; en Portugal, la imagen tiene el nombre de Fátima y, en México, la santa es la misma, con el nombre de Guadalupe.
La Luna y el Sol muchas veces aparecen sustituyendo al niño Tamuz, ligados a la imagen de Semíramis. No es casualidad que la propia hostia de la comunión católica tenga la forma representativa del sol. Además, la Iglesia Católica está llena de símbolos que representan respectivamente a Semíramis, la diosa-reina de Babilonia y a Nimrod, el dios del Sol o Baal.
Siendo así, el diablo consigue hasta hoy tener éxito con su proyecto, teniendo en cuenta la falta de conocimiento que billones de personas tienen del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.
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