Una madre no logro ser afectuosa con las hijas
“Por favor ayúdeme, me siento como un monstruo! Tengo tres hijas que amo mucho. Soy una madre protectora, hago todo lo que esté a mi alcance para dar a ellas lo que me piden, pero no logro ser afectuosa. Soy muy fría, no soy el tipo de madre que besa, abraza a sus hijos y dice que los ama. Siento que ellas sienten falta de eso. ¿Qué puedo hacer para cambiar?” – Amiga
Respuesta:
Amiga, déjeme decirle una cosa:
Yo no la conozco, pero tengo la más absoluta certeza de que usted ama a sus hijas, y mucho. De lo contrario, usted no se preocuparía ni un poco en agradarlas, lo que no es su caso. Por lo tanto, libérese de estos pensamientos y sentimientos malditos, que solo la ha amargado y acusado todos los días.
El diablo es inmundo; él trae los sentimientos y luego nos acusa para paralizarnos delante del problema. No crea en estos sentimientos, amiga. Repréndalos todas las veces que vinieren a su mente para hacerle sentir ese monstruo que usted dice ser.
Cambie su manera de pensar. A partir de hoy, mírese de la misma forma que el Señor Jesús la ve: una madre amable y que desea ver la felicidad de sus hijas. Cuando usted empiece a verse así, entonces será mucho más fácil de demostrar todo este amor que usted tiene por ellas.
¡Usted lo va conseguir amiga, crea!
Respuesta retirada del blog de Cristiane Cardoso
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