Esa es una manera de aumentar el contacto familiar
La relación de los padres con el ambiente escolar de los hijos es fundamental para incentivar a los pequeños a estudiar y presentar buenos resultados, haciéndolos cada vez más seguros y felices. Los responsables tienen una participación fundamental en el desempeño escolar de los niños, sea acompañando lo que sucede en la escuela, o incluso estando al lado de los pequeños en el momento en el que ellos hacen la tarea en casa.
Según informaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, los padres creen en la influencia sobre el desempeño escolar de sus hijos, pero a pesar de reconocer su responsabilidad, una parte significativa cree que es responsabilidad de la escuela enseñarles los valores a los niños y a los adolescentes.
“Se trata de un trabajo conjunto, que relaciona a profesores y familiares”, explica la pedagoga Marcia Murillo. Según ella, la compañía del adulto en la realización de las actividades fuera del horario de clases le proporciona al niño un encuentro entre generaciones, así como la posibilidad de desarrollar la confianza en sí mismo y en el mundo que lo rodea.
De acuerdo con la pedagoga, hablar con los profesores y cultivar un ambiente familiar que respete el prójimo desde la primera infancia son algunos puntos esenciales para los padres que desean proporcionarles a sus hijos experiencias significativas, que contribuyan en el proceso de aprendizaje.
Ayudar con los deberes, incentivar la lectura y participar en los eventos escolares son formas de mejorar esa relación entre padre e hijo, en lo que respecta a la educación, pues con eso el niño se siente más importante en la vida familiar, lo que contribuye al aprendizaje. Cabe destacar que las actividades fuera del horario de clases tienen una función pedagógica importante, pues, además de enseñarle al niño a construir una relación de responsabilidad y autonomía, le estimula el hábito del estudio.
“Generar una rutina de estudio en casa y disponer de un espacio para incentivar al niño a desarrollar esas actividades puede ser el comienzo de una relación saludable con las actividades fuera del horario de clases. Los padres necesitan estar cerca para aclarar las dudas de los hijos, pero nunca hacer la tarea en lugar de ellos, ya que, actuando así, contribuyen efectivamente a la construcción de la autonomía del niño”, finaliza la pedagoga.