“¿Cómo hago para permanecer firme, sin dudar, delante de las dificultades?” – Amiga.
Sea bien sincera consigo misma, no tenga la respuesta en la punta de la lengua. Analice y vea cuáles son sus reacciones delante de lo que es contrario a su voluntad.
“Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce perseverancia.” Santiago 1:2-3
Ahora, es el momento de preguntar: ¿Es así que usted se pone cuando enfrenta adversidades? ¿Con alegría o inmediatamente se desespera y vive un verdadero tormento adentro suyo? ¿Ya notó cuántas cosas se pierden por falta de perseverancia?
La perseverancia, según el diccionario, es la cualidad o acto que persevera; persistencia. Que insiste hasta alcanzar. Firmeza, constancia. No vamos a tapar el sol con un dedo y vamos al punto de la cuestión, pues la gran mayoría de las personas, en medio a las enfermedades, noticias de los familiares, problemas personales y del día a día se dejan llevar por el desánimo, y la descreencia es inmediata.
La persona se traba y se deja contaminar. Se queda en su mundo e, incluso con la Palabra de Dios invadiendo su vida, no se permite abrir para dejarla entrar y transformar por completo sus caminos.
Yo sé que en este momento, usted se pregunte: Pero, ¿cómo lo hago?
Delante una situación difícil, la fe en Dios es quien le sustentará. Después, usted debe ir hasta el fin, luchando por sus objetivos, sin desistir.
[related_posts limit=”10″]