También conocida como dispepsia, la gastritis es una inflamación de la capa interior del estómago. Puede ocurrir repentinamente (aguda) o gradualmente (crónica). Gastritis crónica ocurre en 2 de cada 10,000 personas, mientras que la aguda es más común, y ocurre en 8 de cada 1,000 personas.
¿Qué causa gastritis?
Gastritis puede ser ocasionada por irritación debido a uso excesivo de alcohol, vómitos crónicos, estrés o el uso de ciertas medicinas como lo es la aspirina y otras drogas anti-inflamatorias. También la pueden causar las siguientes:
– Helicobacter pylori: Es una bacteria que habita la cubierta mucosa del estómago. Sin tratamiento para la infección se pueden presenciar úlceras, y en algunas personas hasta cáncer del estómago.
– Anemia Perniciosa: Una forma de anemia que ocurre cuando el estómago carece de una sustancia que ocurre naturalmente y es necesaria para la absorción y digestión de vitamina B12.
– Reflujo biliar: Es un flujo retrógrado de bilis hacia el estómago.
– Infecciones causadas por bacterias y virus
– Desórdenes autoinmunes
Si las gastritis no es tratada, puede haber pérdida sanguínea excesiva, o en algunos casos hay aumento del riesgo del desarrollo de cáncer gástrico.
¿Cuáles son los síntomas de gastritis?
Los síntomas de gastritis varían de individuo a individuo, y en mucha gente no hay síntomas. Pero, los más comunes incluyen:
– Nausea
– Vómitos
– Indigestión
– Hipo
– Pérdida de apetito
– Sensación de inflación del abdomen
– Vómitos de apariencia sanguínea o de material de tipo café molido
– Deposiciones negras de consistencia oleosa