Personajes bíblicos y de la actualidad demuestran cuán importante es preservarse de las opiniones contrarias
Para que el rey David pudiera ser recordado hoy, como el joven que derribó al gigante Goliat, usando apenas algunas piedritas, le fue necesario ignorar a todas las personas que dudaban de él cuando se dispuso a luchar contra el hombre que estaba desafiando al pueblo de Israel.
El gigante filisteo pedía que escogiesen entre los israelitas un hombre osado para luchar con él. Sin embargo, nadie tuvo coraje de guerrear en su contra. Ni siquiera los hermanos de David, que formaban parte del ejército de Israel.
Viendo eso, David se presentó queriendo combatirlo. Con un cayado en la mano, escogió cinco piedras lisas, las colocó en una bolsa y, después, con una honda, avanzó contra Goliat.
Frente a un joven tan pequeño, el gigante se sintió ofendido, porque Israel le había enviado alguien de esas condiciones para desafiarlo. “¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos?” (1 Samuel 17:43), preguntó Goliat.
David entonces respondió: “Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre del Señor (…) El Señor te entregará hoy en mi mano, (…) y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.” (1 Samuel 17:45).
Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra. (…) y tomando la espada de él y sacándola de su vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos vieron a su paladín muerto, huyeron. (1 Samuel 17:49-51).
Cuidado con quién comparte usted sus sueños
Otro personaje bíblico que demuestra cuán importante es preservarse de las opiniones contrarias es José. El hijo menor de Jacob sufrió duras consecuencias a causa de la envidia de sus hermanos, que llegaron a venderlo como esclavo.
Un hombre soñador, José, pagó el precio de compartir sus proyectos de vida con personas que dudaban de él y lo consideraban incapaz de ser un vencedor.
No obstante, aun viendo que su vida tomó un rumbo totalmente opuesto a sus sueños, él permaneció fiel a sus convicciones. Enfrentó la esclavitud, una acusación de adulterio y también la prisión, pues sabía que estaba siendo conducido hacia el lugar donde Dios quería llevarlo.
Después de muchas luchas y sin mirar hacia las circunstancias, José fue nombrado gobernador de Egipto, viendo las promesas de Dios y sus sueños concretarse. Probablemente, si hubiera guardado consigo sus proyectos, sin dar oídos a lo que sus hermanos tenían que decir sobre eso, él habría acortado el camino a la conquista (lea el libro de Génesis, del capítulo 37 al 50).
A veces, el silencio es la mejor respuesta para dar a los críticos y pesimistas. Personas que están siempre dudando de la capacidad ajena. Un buen ejemplo de eso puede observarse en las olimpíadas de Londres 2012, frente a la trayectoria de la selección femenina de voleibol de Brasil (foto).
Durante la mayor parte de la competición, recibieron innumerables críticas, principalmente por parte de algunos medios de comunicación. Después de conquistar la medalla de oro, las jugadoras le dedicaron el triunfo a todos los que no creían en la capacidad del grupo de conseguir el bicampeonato olímpico.