La manzana es una de las muchas frutas cuyas propiedades han sido más reconocidas y dicen que quien come una manzana cada día nunca visita al médico.
La manzana, no importa su variedad, actúa como adelgazante, diurética y su consumo diario ayuda a prevenir distintas enfermedades. Además contribuye a bajar el colesterol, al tiempo que baja la presión sanguínea y mantiene limpias las paredes de las arterias.
Es una buena fuente de fibra soluble, lo que ayuda a mantener un equilibrio en los niveles de azucar en la sangre. Es además una fruta segura para los diabéticos.
Otro beneficio comprobado, es el de su contribución para mantener los dientes más sanos. Ayuda a mantener los dientes limpios y a tener la dentadura y las encías más sanas y firmes.
Por su alto contenido en fibra, ayuda a combatir el estreñimiento. La manzana contiene pectina, una fibra soluble que es muy buena para el aparato digestivo. La pectina ayuda a balancear y limpiar el tracto intestinal. Y además una fibra soluble que ayuda a prevenir el cáncer de colon, ya que hace que el tránsito intestinal mejore, evitando también el estreñimiento. La pectina también ayuda a que nuestro cuerpo elimine ciertos metales que se adquieren del medio ambiente, como el plomo y el mercurio.
Cuando sufras de diarrea piensa en la manzana como un remedio natural. Prueba rallando una manzana madura y dejar la pulpa a temperatura ambiente hasta que se oscurezca. La pectina oxidada es el componente que puede aliviarte.
En esta fruta apetitosa y de colores vivos se conjugan beneficios importantes que vale la pena tener en cuenta. La próxima vez que te comas una manzana no pienses solo en su agradable sabor, sino en las propiedades de las que te estás beneficiando.
Otros aportes nutricionales por cada 100 gramos de manzana son:
– Agua 85g
– Hierro 0,12g
– Calcio 6g
– Vitamina C 4,6mg
– Potasio 107mg
– Fibra 2,4g