Mucha sensualidad, pero también romanticismo. Algunos se asustan al encontrar un texto así en la Biblia, pero el libro de Cantar de los Cantares está lleno de declaraciones amorosas de Salomón hacia su amada.
La mujer citada en el libro no tiene nombre, pero es nítido que los dos están apasionados.
“He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí eres bella; tus ojos son como palomas.
He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce; nuestro lecho es de flores.” Cantares 1:15-16
Además de estar apasionados, se deseaban el uno al otro, necesitaban la compañía del otro.
“Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los jóvenes; bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi paladar.” Cantares 2:3
Su amor era intenso y no dejaban de demostrarlo. Ellos se entregaban en palabras, pues tenían la certeza de que era recíproco.
Un amor por encima de todo
Salomón y su amada son ejemplos de cómo debe ser el trato entre dos personas que se aman. El intercambio de romanticismo, el deseo por el otro, el compañerismo y la entrega deben estar por encima de todo.
¿Vemos este amor en la mayoría de las parejas? ¿Cuáles son las palabras que intercambian durante el día? ¿Hay deseo sexual, ganas de estar siempre cerca, admiración mutua?
Ponga en práctica lo que esta pareja nos enseña: amor, entrega, deseo y sinceridad. Ellos se aman y dejan eso en claro el uno al otro.
¿Cómo ha tratado usted a la persona que ama?
El amor debe estar por encima de cualquier circunstancia o valor.
“Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían.” Cantares 8:7
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