El sexo no es todo en una relación, pero es posible afirmar que si la relación conyugal de un matrimonio no va bien, es difícil que haya una total armonía entre el marido y la esposa.
Hoy en día, es muy común entre los matrimonio las quejas relacionadas a la falta de comunicación. Con el pasar del tiempo, la facilidad de comunicarse ha disminuido.
En la evaluación de la psicoterapeuta Paula Cereda, porta-voz del libro “Entre sábanas” de la Editorial Mundo Cristiano, esa dificultad de diálogo trae desgaste y distanciamiento afectivo. De esa forma, como es posible imaginar, la intimidad sexual del matrimonio termina pesada y sin brillo.
“Para que el lecho del matrimonio sea preservado de desgastes es muy importante que los dos tengan el compromiso de mantener diariamente buenas conversaciones, gestos cariñosos y de atención, además del deseo de cautivar la admiración del compañero”, dice Paula.
Ella recuerda que sin creatividad, cuidado y seducción todo parece común y corriente. De esa forma, la relación sexual se vuelve una tarea a cumplir.
“La falta de interés es el resultado de un proceso de distanciamiento físico y afectivo. Por eso, necesitamos trabajar en el rescate de la atracción y de la atención. A nadie le gusta la rutina, aburre. A nadie le gustan las exigencias continuas. Entonces, cuando las cosas se ponen frías es hora de cuidar las conversaciones triviales. En lugar de exigir o reclamar, encontrar motivos para jugar y reír es óptimo”, orienta.
El tiempo puede ser un aliado
Para la psicoterapeuta, el tiempo no necesita ser un enemigo. El tiempo puede volverse un aliado si el matrimonio supiera usarlo como un agregado de conocimiento.
“Para que el tiempo no robe el interés y el deseo del matrimonio es necesario que exista siempre la búsqueda curiosa del otro.”
Es importante cultivar la preocupación de saber cómo está el compañero, lo que desea y cómo sorprenderlo. “Curiosidad, empeño, respeto, seducción y mucho cariño pueden mantener una relación viva por mucho tiempo”, garantiza Paula.