Saber qué hacer y qué dirección correcta tomar en la vida profesional es un pensamiento que pasa por la cabeza de todos los jóvenes. Ese cuestionamiento siempre sucede, a veces, más temprano, otras, más tarde. Lo cierto es que, en esa edad, una de las características principales del joven es la gran fuerza de voluntad dirigida, incontables veces, a caminos no productivos.
Sin embargo, están los que tienen objetivos, faltándoles solo, la orientación correcta. Según especialistas, uno de los primeros puntos es elegir áreas con las que se identifique. Investigaciones demuestran que la juventud, cada vez más, invierte sus fuerzas en emprendimientos propios, en lugar de querer trabajar para otras organizaciones.
Un estudio reciente, realizado por Nextview People – empresa que investiga tendencias en gestión y desarrollo de personas -, señala que, cuando preguntamos sobre “¿cuál es el nombre de la empresa de sus sueños?, la respuesta “mi negocio propio” quedó en 4º lugar, detrás de nombres como Petrobras, Google y Vale. Fueron entrevistadas 46 mil personas, de 20 a 26 años, y el levantamiento concluyó que tener su propio emprendimiento es parte de los objetivos del 56% de los jóvenes. La pretensión del 51% es montar sus empresas en un plazo de hasta 72 meses. Aun así, se necesita orientación, preparación y estudio. Para tener más chances en el mercado competitivo, existen varias instituciones que orientan a mantener cursos dedicados a estas áreas, presentando programas de capacitación, desarrollo y éxito en mercados.
Según el obispo Jadson Santos, solo la voluntad no basta para abrir su propio negocio.”Está la necesidad de estar bien orientado, siempre, tanto intelectual como espiritualmente. Con el Señor Jesús, tenemos la certeza de que vamos por el camino correcto”, concluye.
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