“Su vida es el resultado de la calidad de fe que usted tiene”, dijo el obispo Edir Macedo a la multitud que seguía la reunión el pasado 9 de diciembre, a las 9.30 hs, en el Cenáculo de Santo Amaro, zona sur de San Pablo, en Avenida João Dias 1.800.
“Esa calidad de fe depende de lo que está inserto en la cabeza de cada uno, o sea, si los pensamientos de Dios fueran sus pensamientos, su vida será de calidad”, añadió.
“A partir del momento que usted se sumerge en los preceptos y consejos de Dios, obligatoriamente, mereciendo o no, usted cosechará los buenos frutos, lo que no tiene nada que ver con los méritos, caridad, nada de eso, sino con su inteligencia, con su razón”, alertó el obispo.
Para el matrimonio Gilson y Elaine Silva (foto), de 48 y 43 años respectivamente, el modo de vida que disfrutan está relacionado al tipo de vida que ambos abrazaron cuando llegaron a la Iglesia Universal. A partir del momento que pautaron su vida bajo las enseñanzas de Dios, todo comenzó a fluir y a funcionar. “Y sucedió porque empezamos a actuar con la razón”, agregó Elaine.
Elaine llegó a la Iglesia primero; con la invitación de su madre y, Gilson cuenta que viendo la transformación de su esposa, decidió conocer lo que estaba haciendo ella, debido a que era extremamente emotiva antes de concurrir.
Llegando a la Iglesia y escuchando orientaciones como estas, afirma Gilson, notaron cuánto actuaban con el corazón y basados en las emociones; por ese motivo su vida se hundía cada vez más. “Al cambiar nuestro interior y poner los pensamientos de Dios frente a nuestras decisiones, todo fue restaurado: el matrimonio restablecido, la vida financiera transformada, en fin, hoy, hay paz, armonía y fidelidad”, revela.