Todas las semanas Arca Universal va a hablar de un tema específico relacionado al comportamiento, sobre cómo podemos mejorar nuestras virtudes. El tema de esta semana es la bondad. ¿Sólo se ha ocupado de usted o le ha ofrecido a otro lo mejor que usted tiene? No es fácil enfrentar y tener que compartir el tiempo que tenemos con nuestro prójimo. ¡Aun así, salga de la comodidad!
Lea los consejos para perfeccionar esta virtud en su vida.
1 – Sea bueno: No piense que ser bueno significa ser bobo. ¡No, una cosa no tiene nada que ver con la otra! La persona buena es generosa porque, primero, tiene grandeza de ánimo. En otras palabras, no es egoísta, porque sabe que lo que da, algún día va a recibirlo de vuelta. Sin embargo, el generoso no hace nada pensando en lo que recibirá a cambio. Al contrario, siente placer en ayudar al otro;
2 – No guarde resentimientos: ¿Para qué quedarse revolviendo una situación mala que vivió? ¿y por qué quedarse pensando en lo que le hicieron? Piense un poco. Si la persona que hace un buen acto es retribuida, seguramente quien no lo hace también lo será. No se martirice creyendo que el mal que le hicieron será olvidado. Busque hacer su parte. Guarde su corazón y deje que el tiempo y la Justicia se encargarán de eso. Lo importante es que usted se mantenga siempre limpio, perdonando de verdad a quien le ofendió;
3 – Sea dulce: La bondad también tiene que ver con la forma que tratamos a las personas. Ser altivo y arrogante con algunas personas y dócil con otras no está nada bien. Sea blando, ceda si fuera preciso, pero busque ser firme en sus opiniones. Tampoco sea falso con alguien para dar la imagen de una persona dulce y amable, porque un día la máscara se va a caer;
4 – No se mire a sí mismo: Es muy fácil hacer las cosas pensando solo en nosotros mismos, para el bien de nuestro propio mundito en que estamos insertos. Lo difícil, sin embargo, es olvidarnos un poco de nosotros en pro de la necesidad del otro. Haga una prueba: mire a su alrededor, y seguramente usted encontrará a varias personas con los más diversos problemas. Y, si lo analizara, puede que estén en situaciones mucho peores que la suya. Extienda la mano. Ofrezca un oído, proponga una conversación. Tanto la persona como usted se sentirán mucho mejor después. Esa persona por el hecho del desahogo; usted, por haber ayudado; y ambas por haber encontrado un amigo con quien pueda contar;
5 – Bríndese: ¿Cuántas cosas usted amontonó en su armario? Si se detuviera para ordenarlo, puede suceder que encuentre cosas perdidas de las que ya ni se acordaba. Hágase un tiempo para separar juguetes antiguos de sus hijos, ropa y zapatos que la familia no usa más, objetos olvidados. Dónelos a alguien o a una institución. Además, analice su vida y vea qué es lo mejor que tiene dentro suyo. Comparta ese tesoro con alguien. Ayude, escuche, converse, ame, abrace, sonría, comprenda, perdone. Actúe diferente y deje que vean la gran persona que hay en usted.