“Hace aproximadamente seis meses dejé mi trabajo por tener horarios muy cansadores y una rutina estresante. Fue una liberación, pero la conclusión no fue buena. El dinero que recibí solo me alcanzó para pagar cuentas y todo eso está reflejándose en mi autoestima, que está pésima. Por favor, oriénteme.” – Amiga.
Respuesta:
Es comprensible que, en medio de una situación como esa, se sienta desganada. Usted es un ser humano y está sujeta a pasar por momentos difíciles como todos nosotros; pero, ¿quién dijo que debemos prestarle atención a lo que sentimos? ¿Quién dijo que debemos creer en lo que nuestros ojos ven? ¡No, amiga, mil veces no! Usted no tiene trabajo ahora, sin embargo, Dios puede darle otro infinitamente mejor de lo que siempre soñó. ¿O usted no cree? Mire hacia adelante, amiga. Mire con los ojos de la fe y vaya en búsqueda del empleo de sus sueños. Muéstrele a Dios que usted cree en Él. No se deje influenciar por el ahora, pues el ahora es una ilusión óptica del diablo para debilitarla. ¡Vaya hacia adelante y venza!
Pregunta respondida por Flávia Barcelos.
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