Hoy en día podemos ver maridos que aceptan, están de acuerdo y también estimulan que sus esposas trabajen y estudien, mientras tanto, ellos asumen las responsabilidad de los quehaceres domésticos. Sin embargo, aun bajo este nuevo estilo, la mayor parte de las responsabilidades terminan bajo el cuidado de la mujer.
Esa es una situación con la cual la sociedad, aun está en fase de adaptación. No obstante, el niño continua necesitando de la dedicación de ambos. “La calidad de la relación entre ellos no está en el tiempo, sino en la calidad del contacto. Los padres deben priorizar no tanto las horas de atención, como lo que hacen junto a sus hijos”, destaca la psicóloga Roseleide da Silva Santos.
La cuestión está en la observación que los padres hacen de sus hijos. “Deben mirar al niño y lograr ver su necesidad, no suplir su propia culpa por no estar presente, comprando todo lo que el pequeño desea.”
La culpa que los padres sienten por la falta de tiempo es lo que arruina el contacto y la relación entre ellos. “Ese sentimiento hace que los padres sientan la necesidad de compensar, dejando de establecer límites y siendo permisivos. De esa forma el niño crece sin parámetros”, apunta la psicóloga.
Conciliar todo
Para lograr la armonía en todo lo que sucede a su alrededor es necesario saber conciliar sin exigirse. “Trabajar es prioridad tanto como lo es cuidar de los hijos, el tema es no exigirse ser 100% en todo. Si aceptamos nuestra condición hoy de que se hacen muchas cosas, pero sin acertar en todo, la culpa no existirá.”
Roseleide explica que existe una necesidad biológica de los pequeños de estar con la familia, pero no se sienten perjudicados por no estar todo el tiempo con la presencia de sus padres. “Quienes consideran que eso acarreará un perjuicio son los adultos. En la escuela, con la compañía de los amigos de su misma edad, ellos podrán compartir sus experiencias y aprender cada día más.”
Lo que realmente marca una diferencia es el tipo de interacción que habrá entre padres e hijos. “La conversación sobre lo que hizo durante todo el día, la manifestación de afecto, cariño, atención y la calidad de la dedicación hará que el niño sienta y se dé cuenta la importancia que tiene para sus padres. No es necesario hacer grandes cosas juntos, sino estar juntos, independientemente del cansancio o estrés del trabajo”, finaliza Roseleide.