La Biblia nos presenta dos mujeres que representan dos tipo de corazón: Marta y María.
Un buen día, estando Jesús en la casa donde vivían “Marta, (…) se preocupaba con muchos quehaceres y, acercándose, dijo: -Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo:- Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria, y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.” (Lucas 10.40-42).
Esa buena parte es la de las personas sabias, prudentes, y que buscan preservar sus vidas para toda la eternidad.
Todo en el mundo pasa, todo en el mundo cesa, pero aquellos que hacen la voluntad de Dios permanecen para siempre. Marta representa el tipo de persona que se preocupa por las cosas del mundo. Ella es igual a Orfa, aquella nuera de Noemí, que volvió a su pueblo y a sus dioses. Representa a muchas iglesias que se ocupan de la apariencia exterior del templo y del altar, pero que en su interior las personas están muriendo poco a poco, pues a pesar de que la Palabra de Dios es anunciada, no tiene espíritu, no tiene vida.
Marta representa también a aquellas personas que están preocupadas solo consigo mismas, su ropa, su cabello, su matrimonio…demasiado ocupadas con las cosas de esta vida.
Jesús dijo: el árbol que mi Padre plantó, jamás será arrancado. Es muy bueno que usted observe su propia vida; haga un examen en su interior, en su corazón. ¿Cómo ha sido su corazón respecto al mundo y respecto a Dios? Haga un examen para comprobar si usted no se está engañando, tal vez por sus propios sentimientos, por su propio corazón.
Esa es la razón por la cual muchos matrimonios son un verdadero fracaso.
Observe lo que hay en su interior. Si usted es del tipo de Marta o de María; si usted está preocupada e inquieta por muchas cosas o si eligió la buena parte.
Son muchas las personas que tienen mil excusas para no ir a la iglesia el domingo por la mañana. El domingo es el día del Señor, y no solo el domingo por la mañana. Muchos de los que prefieren ir a la tarde, son personas que se preocupan por sí mismas; quieren dormir un poco más, ir de paseo o a la playa, en fin… sacar provecho de la mañana. Esas personas son del tipo de Marta. Usted, amiga, sabe que lo mejor de nuestro día es la mañana, ya que despertamos bien predispuestos y descansados. Por la mañana presentamos lo mejor que tenemos.
Para aquella persona del tipo de María, no hay paseo, playa, casa de campo, nada que le impida estar junto al Señor, nada le impide elegir la buena parte. Esa es la mujer sabia, prudente, virtuosa, la mujer que todo marido desea tener; la mujer que hace del Señor la primera persona en su vida.
Quien mucho se preocupa por las cosas de este mundo, recibe poco de Dios. Por ese motivo, la mayor parte de la vida de esas personas es de fracasos, decepciones y derrotas. Pero aquellas personas que eligen la buena parte, pueden experimentar constantemente lo mejor de Dios. Esas son felices, saben vivir, tienen el Espíritu Santo, son útiles en las causas del Señor y permanecen para siempre en la Presencia de Dios.
Que Dios bendiga a todos abundantemente.
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