El adolescente de hoy no es como el de antes. Las épocas cambiaron, así como las influencias, la sociedad y el perfil de los padres. Sin embargo, es un hecho que la rebeldía a esa edad siempre existió.
La psicóloga Kátia Lopis explica la diferencia del adolescente de ayer y de hoy. “Actualmente, ellos tienen una voz más activa, son más cuestionadores y tienen mucha más libertad con sus padres, lo que les permite tener acceso a las cosas con más facilidad. Antes, los adolescentes poseían un límite más severo de lo que le era permitido, o sea, todo tenía un límite impuesto, y el mismo no podía ser cuestionado. Era como una orden a ser cumplida, y rápido.”
Y con esa evolución, los padres también cambiaron. “Ellos no sabían cómo conversar abiertamente con sus hijos, todo era más tapado por la sociedad, y literalmente, la ropa sucia se lavaba en casa, lo que hoy no es muy frecuente. Todo se hizo evidente y más abierto. No quiere decir que en muchos casos los límites no existan, sino que son más flexibles”, agrega la psicóloga.
Sin embargo, aun con todos esos cambios, la rebeldía no sufrió ninguna transformación desde la época de la dictadura, donde los primeros jóvenes se indignaron con la represión por sus opiniones. “Lo que realmente se busca a través de la rebeldía es la no aceptación de límites. Piensan que pueden todo, donde y como fuere. Tal libertad de expresión y tener que disfrutar al máximo de la vida, porque están muy depresivos, son algunos lugares comunes que llevan al adolescente a expresar esa rebeldía.”
El origen de la rebeldía
Kátia explica que hay padres que poseen el discurso “es la vida la que enseña con sus experiencias”, y eso se vuelve una excusa para el adolescente. “Ellos sienten la necesidad de experimentar algunas situaciones para saber qué es y cómo actuarán.”
Otro hecho que empeora la rebeldía es la falta de tiempo de los padres. “Hoy en día ellos trabajan mucho más y tienen menos tiempo para estar y conversar con sus hijos, eso agrava la situación, porque la rebeldía se vuelve una forma de llamar la atención”, enfatiza Kátia.
Cómo resolver la cuestión
Para ella, ese es el origen de la cuestión para encontrar la forma de lidiar con la rebeldía del hijo adolescente. “Al principio, la mejor manera es conversar. Además de buscar entender la causa latente de esa rebeldía y encontrar la forma de solucionarla. Ahora, si fuere algo que sucede hace mucho tiempo, muchas veces es necesario ser drástico, usando la ayuda profesional o cortando todo lo que al adolescente más le gusta, para que él pare y reflexione que está perdiendo debido a sus actitudes equivocadas o impensadas. Es necesario que los padres tomen en serio esa imposición, marcando también un plazo para que piense y comience a actuar de otra manera.”
Claro que no existe una regla con la forma indicada de lidiar con el adolescente, porque depende de su personalidad y también de la educación que recibieron sus padres. “Pasar por esa rebeldía no depende solamente del perfil del hijo, sin embargo, es necesario considerar que todos nosotros somos únicos y con personalidades diferentes, por lo tanto, cada uno tendrá una acción y una reacción ante lo que nos fuere presentado. En ese momento, también hay que tener en cuenta la crianza que los padres tuvieron, la forma en que fueron educados, lo que piensan que es válido, para que el problema sea solucionado. Sin embargo, criar hijos no tiene receta, entonces, es realmente en el intento de acertar que los padres luchan cada día para hacer lo mejor que pueden. No existen padres perfectos y tampoco hijos perfectos”, finaliza la psicóloga.