Según datos divulgados recientemente por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) fueron realizados 351.153 divorcios en Brasil en 2011. Solamente en el Estado de San Pablo fueron 17.532 divorcios, según el levantamiento del Colegio Notarial de Brasil – Sección San Pablo (CNC-SP), contribuyendo al desbloqueo del Poder Judicial que dejó de recibir en ese período ese número de procesos.
Desde la aprobación de la Ley 11.441/07, la población no necesita recurrir más al Poder Judicial para realizar los trámites de divorcio, separación e inventarios consensuales siempre que haya hijos menores o discapacitados involucrados. También es necesario que no haya litigio entre ellos. En la acta pública labrada por el notario, la pareja deberá estipular las cuestiones relacionadas a la división de bienes (si hubiere), el pago o la exención de pensión alimenticia y la definición del uso del nombre, si uno de los cónyuges hubiere adoptado el apellido del otro.
Sin embargo, en contramano a las estadísticas, el obispo Edir Macedo y su esposa Ester cumplieron 41 años de casados, el 18 de noviembre. En la entrevista en el programa “The Love School”, de Red Récord, exhibido el el 17, la pareja contó el secreto de una relación duradera. “El secreto es el sacrificio, esa es la palabra correcta. Uno acepta el defecto del otro y así va eludiendo las situaciones. Respetar la personalidad, los gustos diferentes. Pero lo que nos une a nosotros, claro, es la alianza con Dios. Desde el principio yo le pedía al Señor que nuestro matrimonio fuera una bendición, una referencia para mis hijos. Fui preparada para eso, con la intención de que Dios estuviera entre nosotros dos”, cuenta Ester.
El obispo Macedo dice que el práctica es necesario entender que aunque tengan la misma fe, las diferencias existen. “Son dos cabezas diferentes, aunque tengamos la misma fe, el mismo Dios y que practiquemos la fe inteligente, tenemos que poner eso desde el punto de vista humano. Yo no puedo imponerle a ella mis gustos, pero tampoco quiera que ella me imponga los de ella. Yo siempre pensé que si yo quiero ser respetado, tengo que respetar. Eso es justo.”
El obispo destaca que respetar el espacio del otro es al amor verdadero. “Entonces, ella tiene su territorio y yo tengo el mío, no entre en el mío y yo no entro en el suyo, se arregla así. Eso es el amor. El amor verdadero no es sentimiento, el amor no es sentir una pasión, amor es considerar la justicia. Yo respeto sus gustos, ella respeta los míos, listo, viviremos bien por el resto de la vida. Esa es la base: el respeto mutuo”, destaca el obispo.
Él explica también lo que representa la cruz en la relación de pareja. Que al existir una relación espiritual con Dios, los valores de la relación serán aprobados. “La cruz tiene un hasta vertical que simboliza la relación del ser humano con Dios. Esa es el hasta principal. Si existe esa relación asumida, esa fe racional, basado en la madera de la cruz, nosotros formamos los brazos de la cruz, que es el segundo gran mandamiento: ama a tu prójimo como a ti mismo. Por lo tanto, tengo que elegir el mismo componente que me une a Dios, que se llama fe inteligente, y formar mi matrimonio con la persona que formara la cruz como un todo. Si existe esa relación espiritual, entonces, existe la relación moral con respeto, fidelidad, lealtad, compañerismo, complicidad, comprensión y sacrificio. Con todos esos valores espirituales y morales, conservamos nuestra cruz intacta. Ese es el secreto para un matrimonio”, finaliza el obispo Macedo.