La Iglesia Universal del Reino de Dios realizó, el domingo 20, el “Día para combatir a los vicios”. La reunión se realizó en todos los templos de la IURD de Brasil. El encuentro es dirigido a los adictos a las drogas y sus familiares, que necesitan apoyo en el proceso de restauración de sus vidas.
En el Cenáculo del Espíritu Santo de Santo Amaro, en la zona sur de San Pablo, la reunión fue realizada por el obispo Jadson Santos. El templo estuvo lleno, hubo varios testimonios de personas que lograron cambiar de vida y ser libre de las drogas.
El obispo Jadson hizo una oración para liberarlos de los vicios y pidió que los que se encuentran involucrados con las drogas se acerquen al altar. Toda la iglesia se tomó de las manos para oír el mensaje de fe y recibieron el cáliz de la Dosis más fuerte. “Hoy, esas personas van a ser libres. Vamos a liberarlas.”
Después de la oración, presentaron varios testimonios de personas que tuvieron sus vidas transformadas. C. S., de 31 años, que prefiere no identificarse, cuenta que utilizó distinta clase de drogas, como alcohol, marihuana, cocaína y crack, durante 15 años. Él dijo que era su primera semana lejos de las drogas. “Yo vivía pidiendo dinero dentro de los medios de transporte para comprar drogas. Llegué a vender la ropa que traía puesta, pero ahora, quiero cuidar de mi familia y nunca más dejar los caminos de Dios.”
Otro relato fue el de Maxejane Nascimento, de 22 años. Ella cuenta que comenzó fumando cigarrillos a los 15 años. Después, experimentó con la marihuana, la cocaína y el crack. “Cuando probé el último, me envicié. Me quedé 4 años en cracolandia. Prácticamente vivía allá, porque solo iba a mi casa para cambiar de ropa y comer. Usaba 20 piedras por día. Pasaba billetes falsos a los taxistas y robaba en la escuela.”
Le pedía dinero a su padre diciendo que era para cosas de la escuela, pero, en realidad, era para mantener el vicio. Maxejane recuerda que lo peor fue cuando ella le imploró al traficante que le diera droga. “Él comenzó a golpearme y a arrastrarme por el viaducto. Abusó de mí y me dio una tableta de piedra, hasta que tuve una sobredosis. Entonces, me mandó a casa. Fui afuera prendiéndome el pantalón.” Ella cuenta que quedó traumada por el abuso.
Maxejane solo logró liberarse del vicio cuando comenzó a participar de las reuniones de liberación en la IURD, “Mi hermana ya participaba y oraba por mí. Entonces comencé a vivir. Hoy, el cigarrillo me da náuseas, estoy transformada y le doy alegría a mis padres”, dice.
Ayuda a los adictos en Brás
En San Pablo, el Cenáculo del Espíritu Santo de Brás también participó del Día para combatir los vicios. La reunión fue ministrada por el obispo Sidney Marques, responsable por el trabajo de evangelización en el lugar. Él realizó una oración especial para liberar a los adictos.
Miles de personas llenaron el templo, en la zona este de San Pablo, para recibir el mensaje de fe. La movilización contó con la intervención de Dosis Más Fuerte, proyecto de la Fuerza Joven Brasil (FJB), para concientizar a los jóvenes contra las drogas.
Según el coordinador de Dosis Más Fuerte en Brasil, Erik Teixeira, cientos de jóvenes y obreros de la IURD ayudaron en el evento. “Preparamos ayuda social, con la participación de enfermeros, y se entregaron frutas, vitaminas y leche. La intención es cortar el efecto de las drogas del adicto que llegue”
Uno de los coordinadores que ayudaron en la distribución del kit es un exadicto. Eduardo Tadeu Fonseca, de 35 años, afirma que se involucró con las drogas cuando solo tenía 13 años. “Por no tener una estructura familiar fui atraído a ese mundo. Durante 15 años utilicé drogas. Usé de todo, solo que no me inyectaba.”
Fonseca afirma que solo logró ser libre del vicio, en 2005, cuando conoció a Dosis Más Fuerte. “Después de 5 años y 7 meses en prisión, yo fui invitado por la FJB a participar de las reuniones de fe y de las concentraciones.”
Él cree que el trabajo realizado por el grupo es necesario, pues hay muchos jóvenes sin perspectiva que encuentran allí su camino. “Yo dejé la vida de crimen. Me transformé en otra persona. Hoy tengo a mi novia, y me encontré con Dios”, afirma.