En el sentido bíblico literal, ayunar siempre fue una manera de tener contacto con Dios. Es una forma de “matar la carne” y fortalecer el espíritu, venciendo motivaciones egoístas y acercándose más a Dios. Ahora, un estudio realizado por la National Institute on Ageing (NIA), en Baltimore, en Estados Unidos, señala beneficios para el cuerpo humano: ayunar 1 o 2 días por semana puede proteger al cerebro de las enfermedades degenerativas.
La NIA basó sus conclusiones en una investigación con ratones de laboratorio, en el cual algunos de ellos recibieron un mínimo de calorías en días alternados. Estos ratones vivieron dos veces más que los animales que se alimentaban normalmente. El ayuno hizo que los animales presentaran mayor desarrollo de nuevas células cerebrales y se mostraron más resisten al estrés, además de ser protegidos de enfermedades como mal de Parkinson y Alzheimer.
De acuerdo con Mark Mattson, líder del laboratorio de neurociencias de la NIA, para sentir los beneficios, sería suficiente reducir el consumo diario a 500 calorías, o el equivalente a algunas verduras y te, dos veces por semana. La reducción podría ayudar al cerebro: “Pero hacer eso simplemente disminuyendo el consumo de alimentos puede no ser la mejor manera de activar esa protección. Es mejor alternar períodos de ayuno, en que usted ingiere muy poco, con intervalos en que usted come cuanto quiere.”
Según Mattson, la teoría también habría sido comprobada por estudios en humanos que hacen ayuno, mostrando incluso beneficios contra el asma. “La restricción energética en la dieta aumenta el tiempo de vida y protege al cerebro y al sistema cardiovascular de las enfermedades relacionadas a la edad”, afirma. A partir de ahora, el equipo de investigadores pretende estudiar el impacto del ayuno en el cerebro usando resonancia magnética y otras técnicas.