Ya vimos que recalcar significa calcar nuevamente el contenido de un saco de granos, por ejemplo. La idea es hacer presión interna para hacer espacio y colocar lo máximo posible de granos. Además de eso, Jesús
sobrepone la palabra rebosando. O sea, después de recargar los granos en un saco, se lo sacude para que haya más espacio y así se pueda cargar más frutos. Creo que la idea del Señor es alargar la visión de Sus seguidores y hacer cosas grandes en sus vidas. Dios es ilimitado en Su forma de ser y actuar. ¿Cómo
Él puede asociarse con Sus hijos si ellos se mantienen limitados en sus pensamientos y actitudes? No podemos olvidar que Dios es espíritu, y cuando se nace del Espíritu se recibe Su naturaleza. Esto significa que el nacido del Espíritu es espíritu. Ser espíritu significa ser ilimitado; pero ¿qué es capaz de limitar un ser nacido de Dios?
Ser espíritu significa ser espiritual, vivir en un nivel de vida más allá de lo material. Los valores del nacido del Espíritu son nobles y eternos porque son los mismos que los del Creador. Así, es exitoso por el hecho de tener una sociedad con Él. Pero ¿cómo, alguien que piensa pequeño o los hijos del mundo pueden ser socios de Dios? ¿Qué empresario exitoso aceptaría tener como aliado a alguien fracasado?
Jesús garantiza que Su venida a la Tierra no fue para mejorar la vida de las personas, sino para transformarla definitivamente en una vida abundante. Quien estuviera satisfecho con la vida que tiene, permanecerá como tal. Pero, quien anhela tener una vida mejor, y eterna, tiene que ser socio del Espíritu Santo. ¡Porque Su voluntad es dar vida con abundancia!
Texto extraído del libro “La voz de la Fe” del obispo Edir Macedo