El domingo 3 de febrero, 7 días después de la tragedia en Santa María, que estremeció al mundo entero, el país aún sufre con momentos de conmoción y dolor, pues muchas víctimas siguen luchando por su vida en una cama de hospital. Ese día, una madre subió al altar del Cenáculo del Espíritu Santo en Puerto Alegre para contar cómo su hijo logró escapar del incendio.
La señora Medianeira cuenta que luchó por su hijo 8 años, lloraba y clamaba en el altar. Hizo también un voto con Dios. En ese momento, su hijo comenzó a frecuentar la iglesia y después se apartó por un año.
Ella permaneció fiel en su clamor y en su voto, sin embargo, Mateus volvía a su casa a la madrugada tomado y con olor a cigarrillo. Aún así, ella no discutía con él, sino que después de darle un beso de buenas noches, doblaba sus rodillas y lo entregaba a Dios.
La madrugada del domingo, el día que se produjo la tragedia en Santa María, ella le dijo a su hijo que se cuide, lo bendijo y lo entregó en las manos de Dios.
Medianeira es técnica en enfermería y fue una de las primeras en enterarse que la disco donde su hijo estaba se prendió fuego. Ella recuerda que, en ese momento, descendió y fue a ayudar a los heridos, y, mientras estaba ocupada con las víctimas, clamó a Dios y dijo: “En este momento, yo entrego a mi hijo en tus brazos, yo no acepto que se pierda su alma.”
Delante de muchas madres llorando, gritando de desesperación porque habían perdido a sus hijos, el teléfono sonó y pudo escuchar la voz de su hijo. En ese momento se dio cuenta de que sus votos habían sido atendidos por Dios.
Quizás usted esté sufriendo por ver a sus hijos en los vicios, en la prostitución, en los caminos de dolor y sufrimiento, y se siente impotente para ayudarlos, participe de esta Concentración de fe en todos los Cenáculos del Espíritu Santo el próximo domingo a las 9:30 hs. e interceda por ellos, pues Dios es fiel y justo para atender el clamor y el voto de una madre.