¿Usted ya escuchó hablar de un “acampadentro”? Esta es una actividad indicada para niños mayores de 4 años, muy presente en escuelas y en algunas iglesias, pero que puede perfectamente llevarse adentro de casa.
Un “acampadentro” garantiza el contacto directo de los padres con el niño, además de, claro, ser un tiempo de calidad dedicado solo al pequeño. “Hoy, los padres piensan mucho en la falta de tiempo para jugar con sus hijos, pero lo más importante no es la cantidad, sino la calidad de ese tiempo”, explica la neuropsicóloga Cinthya Eder.
Con esta actividad, los padres ya están dando ese tiempo de calidad simplemente al preparar todos los juegos. “Estos momentos lúdicos junto a los padres trabajan en la autoestima del niño, quien crecerá más seguro y confiado, creyendo que forma parte del contexto familiar”, explica la licenciada.
¿Y cómo hacer eso? Es simple, vea algunos consejos:
1 – Arme una carpa en el living, sala o en algún espacio grande dentro de casa (si no hace frío, el patio también sirve);
2 – Utilice los recursos de un campamento, como linterna y comidas listas;
3 – Si fuera en el patio, una fogata es una óptima opción, pero cuidado con el niño;
4 – Elija una historia y cuéntela mencionando detalles específicos, como si estuviera representando una obra de teatro;
5 – Elija también un juego adecuado a la edad del niño, como carreras de embolsados, las escondidas, la búsqueda del tesoro, o incluso un gran rompecabezas, que involucre a toda la familia;
6 – A la hora de dormir, apague todas las luces y acuéstese al lado del niño. Si padres y madres participan juntos es aun mejor.
Otro juego que la neuropsicóloga indica es adivinar lo que el otro hizo durante el día. “La familia se reúne a la noche y uno intenta adivinar lo que el otro hizo. Eso estimula la comunicación y la amistad entre padres e hijos”, explica.
En el caso de padres separados, Cinthya enfatiza que no deben dejar de hacerlo por miedo a que el niño sienta la falta de la otra persona. “Dejar de hacerlo es aun más perjudicial para ellos.”
Estimule a su hijo a desarrollarse de forma saludable. Los momentos lúdicos quedan más grabados en su memoria que un sermón.
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