Hablar de sexo siempre fue un tabú en nuestra sociedad. Y quien es padre o madre sabe que llega un momento en que no sirve dar vueltas, el niño hace preguntas y quiere respuestas. Si tratar el tema con un adolescente es difícil, imagine con los pequeños. Cómo responder preguntas del tipo: ¿De donde vine? ¿Cómo nacen los bebés? ¿Cómo salí de la panza?
Además de las preguntas, hay comportamientos infantiles que demuestran la sexualidad del niño y que es difícil manejarlos, tanto a los padres como a los profesores. “Juegos de descubrimiento sexual, masturbación, actitudes que aparentan homosexualidad son algunos hechos comunes observados en lo cotidiano y mal comprendidos o mal conducidos por los adultos que lidian con los niños. Quien ve maldad en esos juegos es el adulto. Para el niño es un momento de descubrimiento de su cuerpo. Por lo tanto, es necesario un mayor conocimiento teórico sobre la sexualidad infantil, para que haya menos incongruencias en el manejo de esos comportamientos”, dice la psicóloga y psicopedagoga Marina Almeida, consultora de Educación Inclusiva del Instituto Inclusión Brasil.
¿Cómo responder a los cuestionamientos de los hijos?
Según Marina Almeida, para responder las preguntas de orden sexual de los pequeños, los padres tienen que entender que “el niño que tiene edad para preguntar, tiene edad para escuchar la respuesta”. Por lo tanto, para saciar la curiosidad infantil, el adulto debe seguir los siguientes principios:
– Saber por qué y de dónde viene la pregunta;
– Ser honesto para responder,
– Limitarse a la pregunta realizada, sin extenderse;
– Avanzar en base a lo que el niño ya conoce;
– Dar explicaciones en lenguaje simple y familiar;
– Siempre que fuere posible, responder en el momento en que el niño pregunta y repetir, si fuere necesario;
– El tono de voz, la mirada y la postura de quien responde deben ser valorados para que no sean artificiales ni represores.