La pedofilia ha llevado a innumerables niños y adolescentes, víctimas de este mal, a sufrir de manera silenciosa traumas y profundas heridas desde muy temprano. En muchos casos la omisión y la complicidad de familiares aumentan este drama más aún.
Este tipo de violencia puede ocurrir en cualquier lugar. Las estadísticas señalan que el 70 por ciento de los casos de abuso sexual son practicados por miembros de la propia familia.
Tampoco son raros los relatos de adolescentes que se embarazan después de pasar por situaciones de este tipo. Es el caso de la escritora Fabiana Pereira de Andrade, autora del libro “Laberintos del Incesto, el Relato de una Sobrevivente” (Ed. Escrituras), que tuvo dos hijos de su propio padre. Hoy, a los 31 años, busca reconstruir su vida escribiendo una neva historia al lado de su marido.
Fabiana clasifica su trabajo autobiográfico como un grito de liberación y de alerta”. Al contar su historia ella expone heridas mal cicatrizadas de la violencia de la cual fue víctima y al mismo tiempo revela el despropósito de los diferentes profesionales dedicados al área de atención a la infancia y adolescencia en este tipo de situación, que manifiestan hipocresía e indiferencia explicita y que no hacen nada para evitar estas tragedias.
[related_posts limit=”12″]