Cuando leemos la Biblia con inteligencia y meditamos, llegamos a la conclusión de que en ella existen: la Palabra de Dios, la palabra del diablo y la palabra del hombre.
Por esa razón, en muchos trechos bíblicos encontramos hombres asociando sufrimiento, miseria y enfermedades a Dios. Como si el bien y el mal viniesen de la misma fuente.
Sin embargo, también observamos hombres que, usando la fe inteligente, se indignaron en contra de las situaciones críticas que estaban viviendo o viendo al pueblo enfrentar.
Hoy no es diferente. Las religiones enseñan a las personas a ser pacientes con sus problemas, a aceptar el sufrimiento como destino, karma, cruz o prueba. Sin embargo, el Señor Jesús reveló la fuente del mal cuando dijo: “El diablo vino solamente para robar, matar y destruir.” Juan 10:10
Y mostró también la fuente del bien cuando dijo: “…Yo vine para que tengan vida y la tengan en abundancia.” Juan 10:10. Y no solamente eso, sino que también vino para “deshacer las obras del diablo.” 1 Juan 3:8
Mi amigo, cualquiera que sea su problema, la fuente es el mal. Y solo existe una manera de vencerlo: a través de la indignación. Fue eso lo que Dios les reveló a Sus siervos en el pasado: Abraham, Moisés, Gedeón… Y lo ha revelado hoy, porque Él es capaz de todo, y ya mostró eso cuando ofreció a Su Único Hijo.
¿De qué es capaz usted? ¿Es capaz de tomar una actitud y arremeter contra el mal diciendo: Es todo o nada, vida o muerte?
Si usted es capaz, únase a los indignados.
“… y os daré pastores según Mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia”. Jeremías 3:15
Si usted ha pasado por dificultades y está indignado con la situación en que se encuentra, participe de una de las reuniones de fe en el Cenáculo del Espíritu Santo ubicado en Av. Corrientes 4070 – Almagro. Venga este domingo 17 especialmente a las 9:30, también puede participar a las 15 y 18 hs. o en una Iglesia Universal del Reino de Dios más cerca de su casa.
Obispo Alfredo Paulo