“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a Mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.” (Apocalipsis 2:20)
Tolerar a Jezabel significa aceptar la prostitución, las injusticias y todo lo que contraria la relación con Dios. Ella se casó con Acab, rey de Israel, y mandaba a matar a los profetas de Dios, porque en el fondo quería diezmar la fe abrahámica de Israel. Fue la mujer más perversa; para tener una idea, el mayor de los profetas de Israel, Elías, le tuvo miedo y huyó de ella.
Nosotros no estamos trayendo a la luz estos temas de corrupción moral y de vida pecaminosa para colocar un peso encima de sus hombros. Estamos solo meditando en las palabras de Jesús hacia la Iglesia. Jezabel simboliza la hipocresía, tipifica la prostitución, el fingimiento adentro de la iglesia, las traiciones, en fin, todo lo que es malo, nocivo y perverso. Son pocos los que serán salvos; de las personas que están en las iglesias, la mayoría irá al infierno, desgraciadamente.
Jesús habla aquí conmigo y con usted para que nosotros no aceptemos a Jezabel. En otras palabras, tenemos que tener el carácter correcto delante del Padre. Dios sabe que no somos perfectos, todos cometemos errores. La diferencia es que están los que se equivocan, pero no viven en la equivocación, y están los que cometen errores y viven en la dependencia del pecado. El Señor Jesús es misericordioso, pero no renuncia a Su justicia. Avalúese a sí mismo y verifique si hay alguna tolerancia suya hacia Jezabel; si la hubiera, entonces usted tiene que arrepentirse y abandonarla inmediatamente.
Dios bendiga a todos.
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