Finalmente todo está listo. Los preparativos del casamiento llevaron varios años para concluirse, en fin, el día tan esperado llega. Entrar en la iglesia y notar algunos rostros conocidos prestigiando la caminata hasta el altar. La felicidad es inmensa. Poder ver la sonrisa del novio a espera de su amada es sorprendente. En fin ¡casados!
Pero el matrimonio solo es sellado en la luna de miel, cuando uno se entrega al otro, los pensamientos de ambos se concentran y se cruzan con el cuerpo, hay una entrega total. Uno pasa a vivir por el otro, amar y cuidar son los ítems fundamentales para mantener la relación hasta que la muerte los separe.
Esa es la relación que Dios requiere del ser humano, que se entregue de cuerpo, alma y espíritu, que mantenga siempre una relación íntima para con Él. Eso es vivir y andar de acuerdo con la voluntad del Altísimo.
Ese fue el mensaje transmitido por IURD TV y por Red Aleluya, por el obispo Edir Macedo, el 23 de abril pasado, quien enfatizó que todo cristiano que desee ser bendecido, debe entregarse a Dios, al igual que la novia se entrega al novio en el día de casamiento.
“Si usted quiere nacer del Espíritu Santo, entonces no existe otro camino. Sus pensamientos, sus fuerzas, todas sus energías, sus pasiones, todo lo que usted es o todo lo que pretende ser, todo lo que tiene o lo que pretende tener, su futuro, todo tiene que ser entregado a Jesús. Y cuando existe esa entrega, entonces, de parte de Jesús, viene el Espíritu Santo, hay un intercambio. Usted entrega todo y Él también entrega todo para usted. Eso significa nacer del agua y del Espíritu. Ese proceso del nuevo nacimiento se da en el momento en que hay una entrega de nuestra parte hacia Dios. Cuando existe esa alianza verdadera, la persona pasa a tener condiciones de vivir y andar en el Espíritu”, explicó el obispo.
Y continuó:
“Muchas personas están en las iglesias y predican el Evangelio, y conocen el Evangelio, sin embargo, no conocen al autor del Evangelio. Andar en el Espíritu o vivir en el Espíritu es vivir los pensamientos de Dios. Entonces, las personas tienen manera de resistir las tentaciones, tienen condiciones de traspasar las barreras, de manifestar las grandezas de Dios en este mundo. Pero se debe pagar el precio, el precio es dedicación y entrega total”, finalizó.
“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.” Gálatas 5:16