En las sociedades primitivas los ancianos eran respetados por su sabiduría y conocimiento. Ellos dirimían los conflictos que surgían entre los habitantes de un pueblo. Sus consejos eran escuchados y seguidos sin oposición, ellos eran el ejemplo para los más jóvenes.
Pero a medida que el hombre ha ido progresando en la ciencia y la tecnología, la sociedad se ha ido materializando, se han ido perdiendo los verdaderos valores de la vida, uno de los cuales pasa, ineludiblemente, por el respeto, el cariño y el cuidado de nuestros ancianos.
Un integrante de la FJU regalando el diario “El Universal”
Desde hace años se ha venido acentuando el deterioro de la relación entre jóvenes y ancianos. Hoy, en los países desarrollados, la expectativa de vida es alta, por ejemplo, en Japón es de 76 años para los hombres y 81 para las mujeres. Esto conlleva un gran esfuerzo de las familias y el Estado para atender al elevado número de personas de más de 65 años que llenan nuestras ciudades.
El abandono y maltrato psicológico y físico hacia los abuelos es producto de una deformación sociocultural que formula que “lo viejo” no sirve. Y generalmente son abandonados, segregados o enviados a otros lugares.
La FJU realizó un evento en un geriátrico de San Martín donde se encontraban más de 100 abuelos internados. Fue una tarde muy linda que todos los jóvenes compartieron junto a ellos, donde los chicos hicieron una rica merienda para compartir.
También donaron elementos de higiene y los abuelos que estaban enfermos recibieron una oración de sanidad, por parte de los obreros de la FJU. Todos estuvieron muy contentos con la visita.