Todos, en algún momento de nuestras vidas, nos hemos sentido cansados y sin fuerzas para realizar nuestras tareas diarias. Comúnmente lo llamamos ‘flojera’, pero si estas sensaciones son muy prolongadas y nos traen problemas en el trabajo o en el hogar, hay que tener cuidado pues podría tratarse del Síndrome de Fatiga Crónica (SFC).
Este mal lo padecen unos 17 millones de personas en el planeta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo considera una afección neurológica grave y aparece en la lista americana de enfermedades infecciosas nuevas, recurrentes y resistentes a los medicamentos. Hasta hoy se desconoce qué la causa y no existe un tratamiento eficaz.
Óscar Barrenechea, médico de la División Farmacéutica de Química Suiza, explica que el SFC es un mal que se caracteriza por un cansancio inexplicable y prolongado. Se manifiesta con un intenso agotamiento, falta de predisposición para hacer las cosas e insomnio.
“Se prevé que algunas infecciones –como el sarampión, las alergias y el estrés emocional– podrían desencadenarlo. Sin embargo, se continúa investigando la causa principal”, señala. Además, afirma que este problema afecta a personas de todas las edades, siendo más común entre las mujeres y, con menor frecuencia, entre los niños.
NO HAY CURA. Como no existe una cura definitiva para la medicina, se recomienda a los afectados que hagan algunos cambios en su estilo de vida que los ayuden a sentirse mejor: realizar una rutina de ejercicios físicos –ya que aumenta los niveles de energía y favorece la sensación de bienestar–, aprender a controlar el estrés a través de técnicas y con orientación psicológica, además de tener una buena alimentación y mostrar actitud positiva.
Barrenechea exhorta a que haya a un diagnóstico temprano de la enfermedad, porque solo así se aprenderá a manejarla y a tomar conciencia de sus propios límites.